Papa: El Reino de Dios “no es una religión del espectáculo”, “nuestra salvación se da en la esperanza”
No se deben buscar “cosas nuevas, revelaciones, mensajes… Dios ha hablado en Jesús: esta es la última Palabra de Dios”. Y mientras esperamos que venga la plenitud del Reino de Dios debemos “custodiar” la esperanza. “El Reino de Dios se convierte fuerte en la esperanza”. “Preguntémonos a nosotros mismos: ¿Yo tengo esperanza? O voy adelante, como puedo y no sé discernir el bien del mal, el trigo de la cizaña”.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “El Reino de Dios no es una religión del espectáculo” y no se deben buscar “cosas nuevas, revelaciones, mensajes”. “Nuestra salvación se da en la esperanza”, que va “custodiada” en la espera de la plenitud del Reino. Lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta mañana en la casa santa Marta, partiendo de un pasaje del Evangelio en el cual Jesús responde a los fariseos que le preguntan con curiosidad cuándo “llegará el Reino de Dios”. “¡Ya ha llegado-dice el Señor- está en medio de vosotros!”.
El Reino de Dios es como una pequeña semilla que es sembrada y crece sola, con el tiempo. “No es una religión del espectáculo: que siempre estamos buscando cosas nuevas, revelaciones, mensajes… Dios habló en Jesucristo; esta es la última Palabra de Dios. Algo distinto, son como fuegos artificiales, que te iluminan un instante y luego, ¿qué queda? Nada. No hay crecimiento, no hay luz, no hay nada: un instante. Y tantas veces estamos tentados por esta religión del espectáculo, de buscar cosas extrañas a la revelación, a la mansedumbre del Reino de Dios que está en medio de nosotros y crece. Y esto no es esperanza: es el deseo de tener algo en la mano. Nuestra salvación se da en la esperanza, la esperanza que tiene el hombre que siembra el trigo o la mujer que prepara el pan, mezclando levadura y harina: que crezca la esperanza. En cambio, esta luminosidad artificial está en un momento y después desaparece, como los fuegos artificiales: no sirven para iluminar una casa. Es un espectáculo”
Y mientras esperamos que llegue la plenitud del Reino de dios debemos “custodiar”. “Custodiar con paciencia”. “La paciencia en nuestro trabajo, en nuestros sufrimientos… Custodiar como custodia el hombre que ha plantado la semilla y custodia la planta y trata que no esté cerca de la planta la cizaña, para que la planta crezca. Custodiar la esperanza. Y aquí está la pregunta que yo os hago hoy: si el Reino de Dios está en medio de nosotros, si todos nosotros tenemos esta semilla dentro de nosotros, si tenemos al espíritu Santo allí, ¿cómo lo custodio? El Reino de Dios crece y ¿nosotros qué hacemos? ¿Cómo discierno, cómo sé discernir la planta buena del trigo de la cizaña? El Reino de Dios crece y ¿nosotros qué debemos hacer? Custodiar. Crecer en la esperanza, custodiar la esperanza. Porque en la esperanza fuimos salvados. Y este es el hilo: la esperanza es el hilo de la historia de la salvación. La esperanza de encontrar al Señor definitivamente”.
“El Reino de Dios-reafirmó Francisco- se hace fuerte en la esperanza. Pidamos a nosotros mismos: ¿Yo tengo la esperanza? ¿O voy adelante como puedo y no sé discernir el bien del mal, el trigo de la cizaña, la luz, la dulce luz del espíritu Santo de la luminosidad de la artificial? Interroguémonos sobre nuestra esperanza en esta semilla que está creciendo en nosotros y sobre cómo custodiamos nuestra esperanza. El Reino de Dios está en medio de nosotros, pero no lo debemos hacer con el descanso sino con el trabajo, con el discernimiento, custodiar la esperanza de este Reino de Dios que crece, hasta el momento en el cual vendrá el Señor y todo será transformado. En un segundito: ¡Todo! El mundo, nosotros, todo. Y, como dice Pablo a los cristianos de Tesalónica, en aquel momento no quedaremos todos con Él”.
