Papa: Con Satanás no se dialoga, se lo combate con la Palabra de Dios

En el Ángelus dominical, Francisco comenta el Evangelio del primer domingo de Cuaresma que narra las tentaciones de Cristo en el desierto, por obra del demonio: "Jesús no dialoga con Satanás, como había hecho Eva en el Paraíso Terrestre. Jesús sabe bien que con Satanás no se puede dialogar, porque es muy astuto. Por esto Jesús, en vez de dialogar como Eva, elige refugiarse en la Palabra de Dios y responde con la fuerza de esta Palabra. Recordémonos de este momento en nuestras tentaciones"

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La Cuaresma "es ocasión propicia para todos nosotros para iniciar un camino de conversión, confrontándonos sinceramente con esta página del Evangelio. Renovemos las promesas de nuestro Bautismo: renunciemos a Satanás y a todas su obras y seducciones, para caminar en los senderos de Dios". Lo dijo el Papa Francisco durante el consuetudinario Ángelus dominical, a pocos días de su primer aniversario de elección al solio de Pedro. Antes de comenzar a hablar, el Papa "prueba el micrófono" por algunos segundos y en la plaza explota la risa.

Francisco comenta el Evangelio del primer domingo de Cuaresma, que como cada año presenta el episodio de las tentaciones de Jesús, cuando el Espíritu Santo, desciende sobre Él después del bautismo en el Jordán, lo empuja a enfrentar abiertamente a Satanás en el desierto, por cuarenta días, antes de iniciar su misión pública. "El tentador trata de disuadir a Jesús del proyecto del Padre, o sea del sacrificio, del amor que ofrece a sí mismo en expiación, para hacerle iniciar un camino fácil, de suceso y potencia. El duelo entre Jesús y Satanás se desarrolla con citaciones de la Sagrada Escritura. El diablo, de hecho, para disuadir a Jesús de la vía de la cruz, le presenta las falsas esperanzas mesiánicas: el bienestar económico, indicado en la posibilidad de transformar las piedras en pan; el estilo espectacular y milagroso, con la idea de tirarse del punto más alto del templo de Jerusalén y hacerse salvar por los ángeles; y al final el atajo del poder y del dominio, en cambio de un acto de adoración a Satanás. Son los tres grupos de tentaciones: también nosotros los conocemos bien".

Jesús, explica el Papa, "rechaza decididamente todas estas tentaciones y reafirma la voluntad de seguir el camino establecido por el Padre, sin ningún compromiso con el pecado y con la lógica del mundo. Noten bien como responde Jesús. Él no dialoga con Satanás, como había hecho Eva en el Paraíso Terrestre. Jesús sabe bien que con Satanás no se puede dialogar, porque es muy astuto. Por esto Jesús, en cambio de dialogar como Eva, elige refugiarse en la Palabra de Dios y responde con la fuerza de esta Palabra. Recordémonos nosotros esto en nuestros momentos de tentaciones: nada de argumentos con satanás, siempre defendidos por la Palabra de Dios. Y ¡esto nos salvará!".

En sus respuestas a Satanás, el Señor nos recuerda antes que nada, que "no sólo de pan vive el hombre, sino en toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt.4,4; Dt. 8,3); y esto nos da la fuerza, nos sostiene en la lucha contra la mentalidad mundana que abaja al hombre al nivel de los deseos primarios, haciéndolo perder el hambre de los que es verdadero, bueno y bello, el hambre de Dios y de su amor. Recuerda también que "está escrito también: "No pondrás a prueba al Señor Dios tuyo" (v.7), porque el camino de la fe para a través de la obscuridad, la duda, y se nutra de paciencia y de espera perseverante. Recuerda, en fin, que "está escrito. "Al Señor, Dios tuyo, adorarás: a ël sólo le rendirás culto" (v.10): esto es debemos deshacernos de los ídolos, de las cosas vanas, y construir nuestra vida sobre lo esencial. Estas palabras de Jesús encontrarán luego confirmación concreta en sus acciones. Su absoluta fidelidad al designio de amor del padre lo conducirá después de casi 3 años al rendimiento de cuentas final con el "príncipe de este mundo" (Jn.16,11), en la hora de la pasión y de la cruz y allí Jesús alcanzará la victoria final definitiva, ¡la victoria del amor!".

"Queridos hermanos, concluye el pontífice, "el tiempo de la Cuaresma es ocasión propicia para todos nosotros para cumplir un camino de conversión, confrontándonos sinceramente con esta página del evangelio. Renovemos las promesas de nuestro Bautismo: renunciemos a Satanás y a todas su obras y seducciones, porque él en un seductor, para caminar en los senderos de Dios y "llegar a la Pascua en la gloria del espíritu" (oración colecta del 1 Domingo del Año A)".

Inmediatamente después de la plegaria mariana, como de costumbre el Papa saluda a varios grupos presentes en la plaza de San Pedro, recuerda la invitación de Caritas Internacional contra el hambre en el mundo y anuncia el inicio de los acostumbrados ejercicios Espirituales de la Curia romana, que iniciarán este domingo en la casa Divino Maestro de Ariccia y que terminarán el viernes 14: "Deseo a todos que el camino cuaresmal, hace poco iniciado esté lleno de frutos, y pido un recuerdo en la oración por mí y por mis colaboradores de la Curia Romana, que esta tarde iniciaremos la semana de Ejercicios espirituales. Gracias, buen domingo y buen almuerzo. ¡Hasta luego!