Papa. "La salvación no se compra", es un don que se recibe "con un corazón humilde" como el de María
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- "La salvación no se compra, no se vende", es un don que se recibe "con un corazón humilde" como el de María. Lo dijo hoy el Papa Francisco en la misa celebrada en la casa S. Marta, subrayando, en la misma solemnidad de la Anunciación, como la "obediencia" de la Virgen, desata el nudo de la desobediencia de Eva.
El Papa, refiere la Radio Vaticana, partió de Adán y Eva que, cediendo a la seducción de Satanás, han creído que iban a ser como Dios. Aquella "soberbia suficiente" hace que nos alejemos del Paraíso. Pero el Señor no los deja caminar solos, les hace la promesa de redención y camina con ellos. "el Señor acompañó a la humanidad en este largo camino. Hizo un pueblo. Estaba con ellos". Y aquel "camino que comenzó con la obediencia- dijo refiriéndose a S. Ireneo de Lyon- lo desató María con su obediencia". Es un camino "en el cual las maravillas de Dios se multiplican".
"El Señor está en camino con su pueblo. Y ¿por qué caminaba con su pueblo, con tanta ternura? Para ablandar nuestro corazón. Explícitamente los dice, Él: "Yo convertiré tu corazón de piedra en corazón de carne". Ablandar nuestro corazón para recibir aquella promesa que había hecho en el Paraíso. Por un hombre entró el pecado, por otro hombre llega la salvación. Y este camino tan largo ayudó a todos nosotros a tener un corazón más humano, más cercano a Dios, no tan soberbio, no tan suficiente".
Y hoy, prosiguió, la liturgia nos habla "de esta etapa en el acmino de restauración". "nos habla de obediencia, de docilidad a la Palabra de Dios". "La salvación no se compra, no se vende: se regala. Es gratuita. Nosotros no podemos salvarnos por nosotros mismos: la salvación es un regalo, totalmente gratuito. No se compra con la sangre no de los toros ni de las cabras. No se puede comprar. Solamente, para que entre en nosotros esta salvación pide un corazón humilde, un corazón dócil, un corazón obediente. Como el de María. Y, el modelo de este camino de salvación es el mismo Dios, su hijo, que no estimó un bien irrenunciable, ser iguales a Dios. Pablo los dice".
El Papa puso luego el acento sobre "el camino de la humildad, de la humillación". Esto "significa simplemente decir: yo soy un hombre, yo soy una mujer y Tú eres Dios, e ir adelante, en la presencia de Dios", "en la obediencia, en la docilidad del corazón". Y por esto "significa simplemente decir: yo soy un hombre, yo soy una mujer y Tú eres Dios, e ir delante en la presencia de Dios", "en la obediencia, en la docilidad del corazón". Y por esto en la solemnidad de la Anunciación, "hagamos fiesta: la fiesta de este camino, de una madre a otra madre, de un padre a otro padre". "Hoy podemos abrazar al Padre que, gracias a la sangre de su Hijo, se hizo como uno de nosotros, nos salva. Este Padre que nos espera todos los días... Miremos al ícono de Eva y Adán, miremos al ícono de maría y Jesús, miremos al camino de la historia con Dios que caminaba con su pueblo. Y digamos: "Gracias, gracias, Señor, porque hoy Tú nos dices que nos has regalado la salvación". Hoy es un día para dar gracias a Dios, Nuestro Señor".
02/05/2017 13:54