Papa en Turquía, la Mezquita Azul, una "adoración silenciosa"
Estambul (AsiaNews) - Una visita a la iglesia
de Santa Sofía y la Mezquita Azul marcó la primera mañana de Francisco en Estambul, a donde llegó esta mañana desde Ankara.
En su visita a la
Mezquita Azul (en la foto), dijo
el portavoz del Vaticano, el Papa
- que se quitó
los zapatos - estuvo acompañado
por el Gran Mufti, otro Muftiy dos imanes. Al
entrar en la mezquita, el Gran Mufti
dijo al Papa unos versos del Corán. Entonces, cuando lleguaron
frente a la "mihrab",
el nicho que indica la dirección de La
Meca, el Gran Mufti explicó
de dónde viene la palabra "mihrab",
también se habla de la figura de Zacarías y el nacimiento de Juan,
el nacimiento de Elizabeth y María.
En ese momento los dos estuvieron
unos minutos en silencio. El Padre Lombardi señaló
que se trataba de una "adoración
silenciosa", aunque durante la visita a la Mezquita el Papa dijo
dos veces "hay que adorar a Dios", y agregó que "
debemos no sólo elogiarlo y glorificarlo, sino tenemos que adorarle".
Padre Lombardi también
explicó que, delante del "mihrab"
de la Mezquita Azul el Gran Mufti citó versos del
Corán que hablan de Dios, el "Dios de amor
y justicia". "En esta estamos
de acuerdo", dijo entonces al
Papa, quien respondió: "Si,
por supuesto, estamos de acuerdo".
La "adoración silenciosa" fue,
según el padre Federico Lombardi,
"un hermoso momento del diálogo interreligioso". Para el
portavoz del Vaticano, Francisco hizo "exactamente lo mismo que hizo hace ocho años Benedicto XVI".
Francisco ha sido el tercer Papa en entrar en una mezquita. El primero fue Juan Pablo II que el 6 de mayo 2001
fue a la mezquita de los Omeyas
de Damasco. Hace
ocho años ha sido Benedicto
XVI al visitar la Mezquita Azul.
Antes de la visita al templo islámico, Francisco había
ido a Santa Sofía. En lo que fue la mayor de la iglesia cristiana, convertida en mezquita
por los otomanos, en museo de Ataturk y
actualmente en la mira de los
musulmanes que quisieran vuelva ser mezquita,
el Papa, después de la visita, escribió en el Libro de oro una frase
en griego y
en latín. La escritura en griego es "Agia
Sophia Theou Tou", que significa "la Santa Sabiduría de
Dios". En latín, es en
cambio, un pasaje del Salmo 83:
"Quam dilecta su tabernacula, Domine" ("Cómo queridas son
tus tiendas, Señor").