Papa en San Juan de Letrán: Inicia el tiempo del gran perdón. Alegría, a pesar de las "grandes injusticias y violencia"
Roma (AsiaNews) - La apertura de la Puerta Santa "aquí y en todas las catedrales del mundo... es una invitación a la alegría. Inicia el tiempo del gran perdón". Esta alegría es también resistente dentro de la " grandes injusticias y violencias, por obra sobre todo de hombres de poder". Estas son las notas de esperanza que el Papa Francisco expresó en la homilía de la misa celebrada en la basílica de San Juan de Letrán, en la apertura de la Puerta Santa en la que es la catedral de Roma. El rito de la Misa comenzó en el atrio de la basílica. Después de abrir la puerta, el Papa se encerró en silencio orando en el interior, y luego fue en procesión junto con los concelebrantes y algunos laicos al santuario para continuar la celebración.
De acuerdo con las indicaciones del Papa hoy, el tercer domingo de Adviento, las Sagradas puertas se abren en todas las catedrales del mundo, después de la apertura por el Papa en Bangui (África Central) y en San Pedro.
El tercer domingo de Adviento se llama "Domingo Gaudete", para alegrarse a causa de la "Navidad, ahora tan cercana”.
La proximidad de la Navidad y la apertura de la Puerta Santa es el motivo de alegría. "No podemos - dijo - dejarnos llevar por el cansancio; no está permitida ninguna forma de tristeza, a pesar de tener motivos por tantas preocupaciones y por las múltiples formas de violencia que hieren nuestra humanidad".
"En un contexto histórico de grandes injusticias y violencias, por obra sobre todo de hombres de poder, Dios hace saber que Él mismo reinará sobre su pueblo, que no lo dejará más a merced de la arrogancia de sus gobernantes, y que lo liberará de toda angustia. Hoy nos piden que “no desfallezcan tus manos” (Cfr. Sof 3,16) a causa de la duda, de la impaciencia o del sufrimiento".
El Papa luego cita el Evangelio de hoy (Lc 3,10-18), donde las multitudes preguntaban a Juan Bautista "¿qué debemos hacer?" en la espera del Mesías. Juan " Él invita a actuar con justicia y a mirar a las necesidades de cuantos se encuentran en dificultad. Lo que Juan exige de sus interlocutores, es cuanto se puede confrontar con la ley". Pero los cristianos - añade Francis - "se les pide que participen de modo más radical".
" Delante a la Puerta Santa que estamos llamados a atravesar, nos piden ser instrumentos de misericordia, conscientes que seremos juzgados sobre esto".
"La alegría de atravesar la Puerta de la Misericordia se une al compromiso de acoger y testimoniar un amor que va más allá de la justicia, un amor que no conoce confines. Es de este infinito amor que somos responsables, no obstante nuestras contradicciones".
"Oremos - concluyó - por nosotros y por todos aquellos que atravesaran la Puerta de la Misericordia, para que podamos comprender y acoger el infinito amor de nuestro Padre celestial, que transforma y renueva la vida".
23/12/2015