Papa bautiza a 33 niños, "Como un buen padre y una buena madre, Dios quiere dar cosas buenas a sus hijos"
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Llanto de niños y aire de celebración, hoy, en
la Capilla Sixtina, donde Francisco administró el bautismo a 33 niños, 20 niños
y 13 niñas. Con el bautismo, el Papa dijo, nos convertimos en parte del "cuerpo
de la Iglesia", nos convertimos en cristianos. "Y en este cuerpo, en este
pueblo peregrino, la fe se transmite de generación en generación: es la fe de
la Iglesia". "¡Esta muy bien! Es un pasarse de mano en mano la vela de
la fe".
"El Señor - continuó - se preocupa de sus hijos como un padre: se preocupa de dar a sus hijos
un alimento sustancioso. Mediante el profeta Dios dice: «¿Por qué gastan dinero
en lo que no es pan, y su salario en lo que no sacia?» (Is 55,2). Es su
Palabra: su Palabra nos hace crecer, nos hace producir buenos frutos en la
vida, como la lluvia y la nieve hacen bien a la tierra y la hacen fecunda (cfr.
Is 55,10-11). Así ustedes padres, y también ustedes, padrinos y madrinas,
abuelos, tíos, ayudaran a estos niños a crecer bien si darán a ellos la Palabra
de Dios, el Evangelio de Jesús".
"Ustedes
mamás den a sus hijos la leche - incluso ahora, si lloran por hambre
amamántenlos, ¿eh? Tranquilas. Agradezcamos al Señor por el don de la leche, y
oremos por estas mamás - son muchas, lamentablemente - que no están en
condiciones de dar de comer a sus hijos. Oremos y tratemos de ayudar a estas
mamás. Entonces, lo que hace la leche por el cuerpo, la Palabra de Dios lo hace
por el espíritu: la Palabra de Dios hace crecer la fe. Y gracias a la fe
nosotros somos generados de Dios. Es esto lo que sucede en el Bautismo".
"En el Bautismo somos consagrados por el Espíritu Santo. La palabra "cristiano" significa esto, significa consagrado como Jesús, en el Espíritu con el cual ha sido consagrado Jesús en toda su existencia terrena. Él es el "Cristo", ungido, consagrado, los bautizados somos "cristianos", es decir, consagrados, ungidos. Entonces, queridos padres, queridos padrinos y madrinas, si quieren que sus hijos se hagan verdaderos cristianos, ayúdenlos a crecer "consagrados" en el Espíritu Santo, es decir, en el calor del amor de Dios, en la luz de su Palabra. Por esto, no se olviden de invocar siempre al Espíritu Santo, todos los días. "¿Ella reza señora? ¡Sí! ¿A quién le reza? Yo le rezo a Dios". Pero Dios así no existe: Dios es la persona y en cuanto persona existe el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. "¿Tú, a quién le rezas? Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo". Habitualmente nosotros rezamos el "Padre Nuestro", rezamos al Padre. Pero al Espíritu Santo no le rezamos tanto... ¡Es tan importante rezarle al Espíritu Santo! Porque nos enseña a llevar adelante la familia, los niños, para que estos niños crezcan en esta atmósfera de la Trinidad Santa. Es precisamente el Espíritu que los lleva adelante. Por esto, no se olviden de invocar con frecuencia al Espíritu Santo, todos los días". Pueden hacerlo, por ejemplo, con esta sencilla oración: "Ven, Santo Espíritu, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor". Pueden rezar esta oración por sus hijos, ¡además que por ustedes mismos! Cuando recen esta oración, sientan la presencia materna de la Virgen María. Ella nos enseña a rezar al Espíritu Santo, y a vivir según el Espíritu, como Jesús. La Virgen, nuestra madre, acompañe siempre el camino de sus hijos y de sus familias".
23/12/2015