Papa a los periodistas: 'No olvidar nunca el rostro del otro. Cultivar la mansedumbre y la cercanía'
En la fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los profesionales de la información, se difundió el mensaje para la 59 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el 1 de junio. El Pontífice invitó a “practicar una comunicación que sepa curar las heridas de nuestra humanidad”. En este Año Santo es más importante que nunca "sembrar siempre esperanza, incluso cuando es difícil".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) – “Practicar una comunicación que sepa curar las heridas de nuestra humanidad”, contando “las numerosas historias de bien escondidas entre los pliegues de la crónica”, como hacen “los buscadores de oro, que tamizan incansablemente la arena en busca de la minúscula pepita”. El Papa Francisco habla hoy a los comunicadores y periodistas, en el día de la memoria de san Francisco de Sales (1567-1622), su santo patrono, en el mensaje dedicado a la 59 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se celebrará el domingo 1 de junio de 2025. Y hace referencia al Año Santo con un llamamiento a los profesionales de la comunicación para que sean "comunicadores de esperanza, comenzando por una renovación de su trabajo y misión según el espíritu del Evangelio”.
La Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, instituida por el Concilio Vaticano II "con el fin de hacer más eficaz el multiforme apostolado de la Iglesia mediante el uso de los medios de comunicación social" (Decreto Inter Mirifica, 1964), se celebra este año en “un tiempo marcado por la desinformación y la polarización”, así como por "las 'enfermedades' del protagonismo y de la autorreferencialidad”, y la influencia de las “lógicas del mercado”, dice el mensaje. Por eso, ahora más que nunca, la esperanza es "el riesgo de los riesgos", afirma el Papa citando al escritor francés Georges Bernanos (1888-1948), no una elección "opcional", sino una "condición imprescindible" para los cristianos. El mensaje del Pontífice que se difundió hoy desarrolla el tema de la jornada que, como cada año, ya había sido anunciado el 29 de septiembre, fiesta de los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael: Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones (cf. 1 Pt 3,15-16).
Y precisamente el corazón se encuentra en el centro de las prácticas comunicativas actuales, caracterizadas por “vertiginosas conquistas de la técnica”. “Los invito a cuidar sus corazones, es decir, la vida interior”, dice el texto. El Papa Francisco va al fondo de esta necesidad, y propone algunas directrices a los operadores de la información. En primer lugar, no hay que olvidar nunca el “rostro del otro”, tratando siempre de cultivar la mansedumbre. Luego, es necesario tomar distancia de las “reacciones instintivas”: “Sembrar esperanza siempre, aun cuando sea difícil, aun cuando cueste, aun cuando parezca no dar fruto”, dice Bergoglio. En definitiva, dar espacio a esa "confianza del corazón" capaz de florecer en los lugares más impensados, en la esperanza "de los padres que migran entre mil riesgos y peripecias", y en la esperanza "de los niños que son capaces de jugar, sonreír y creer en la vida incluso entre los escombros de las guerras y en las calles pobres de las favelas”.
“Ser testigos y promotores de una comunicación no hostil, que difunda una cultura del cuidado, que construya puentes y atraviese los muros visibles e invisibles de nuestro tiempo”. En estas palabras programáticas residen los rasgos de la buena comunicación que traza el Papa Francisco en su mensaje para la 59 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Es la misma que practicaba san Francisco de Sales, ordenado sacerdote en 1593, cuando entabló un diálogo con los calvinistas de la región de Chablais, al sur del lago de Ginebra (hoy en la frontera entre Francia y Suiza), diálogo que se distinguió por su respeto hacia las opiniones contrarias y por una comunicación directa y franca. También utilizó los medios de comunicación disponibles en aquella época, como hojas para pegar en las calles y cartas. Fue nombrado patrono de los periodistas y escritores católicos en 1923 con la encíclica Rerum omnium del Papa Pío XI.
"En la Primera carta de Pedro (cf. 3,15-16) encontramos una síntesis admirable donde la esperanza se pone en relación con el testimonio y con la comunicación cristiana", dice luego el pontífice. Hay tres mensajes en este pasaje. El primero es que la esperanza de los cristianos tiene “el rostro del Señor resucitado”. El segundo es estar dispuestos a "dar razón de la esperanza que hay en nosotros". El último es la invitación a la “delicadeza” y al “respeto”. “La comunicación de los cristianos —pero también diría que la comunicación en general— debería estar entretejida de mansedumbre, de cercanía”, afirma Bergoglio. “Por eso, sueño con una comunicación que sepa hacernos compañeros de camino de tantos hermanos y hermanas nuestros”. Una cercanía necesaria para dar fuerza a la esperanza, que “es siempre un proyecto comunitario”, continúa. Resuenan aquí las palabras del padre Tonino Bello, a quien cita: los conflictos, las guerras e incomprensiones, por el contrario, “tienen su raíz en la disolución de los rostros”.
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