Papa Francisco se encontró con Aung San Suu Kyi. Plenas relaciones diplomáticas
Decidido el intercambio de nuncio y de embajador. En el encuentro estaba también presente el Card. Charles Bo de Yangon. La Iglesia católica, si bien es una minoría es un motor para el desarrollo, la justicia y la reconciliación en el país.
Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- La Santa Sede y la República de Myanmar decidieron establecer relaciones diplomáticas plenas: de ahora en adelante habrá un nuncio apostólico en el país del sudeste asiático en Roma un embajador birmano. El anuncio fue dado hoy por la sala de Prensa vaticana, después del encuentro privado que el Papa tuvo con Aung San Suu Kyi, en calidad de ministro de Exteriores de Myanmar.
Hasta ahora la Santa Sede tenía un delegado apostólico en Myanmar, residente en Tailandia. El Parlamento birmano había aprobado las relaciones diplomáticas con el vaticano el pasado marzo.
Aung San Suu Kyi, Premio Nobel de la Paz 1991, por mucho tiempo en arresto domiciliario durante la dictadura se convirtió en un ícono de la libertad del país, se había ya encontrado con el Papa pocos días después de la elección del pontífice, en 2013.
El pedido del Vaticano de tener relaciones diplomáticas con el país del sudeste asiático, se aceleró desde cuando en 2015, en Myanmar fue elegido el primer presidente civil después de 50 años de dictadura militar.
Las tareas de Aung San Suu Kyi y de su gobierno son enormes: poner de pmie a la economía, hasta ahora controlada por los militares; hacer llegar el desarrollo a muchas fajas de la población que sufren tanta miseria; reconciliar a la población y las varias etnias después de años de guerra. Entre los problemas está el del status de los Rohingya, población migrante bengalí e islámica, residente en Myanmar desde tiempos del imperio británico, a la cual se les niega la ciudadanía. Diversas organizaciones internacionales han criticado a Aung San Suu Kyi por no enfrentar el problema Rohingya. También el Papa Francisco en diversas audiencias y discursos alentó a la comunidad internacional a encontrar una solución digna para la población musulmana.
Entre las personalidades en el encuentro entre el pontífice y Aung San Suu Kyi estaba presente también el Card. Charles Bo, arzobispo de Yangon y amigo personal de la “Señora”. En los días pasados el purpurado participó en la primera conferencia interreligiosa de paz en Yangon. Para el purpurado, la Iglesia católica en Myanmar puede ser un motor para “construir la nación a través de la paz y de la reconciliación, el desarrollo humano, la educación y la afirmación de los derechos de las poblaciones indígenas”.
Cecilia Brighi, fundadora de la Asociación “Italia-Birmania juntas”, que se encontró ayer con la “Señora”, para estudiar vías de colaboración con Italia, confirma la importancia de la visita hoy al pontífice: “La Iglesia católica en Myanmar, si bien es una minoría, desarrolla un rol muy importante en el diálogo interreligioso. El Card. Bo es una figura muy relevante en este cuadro, porque tiene una visión del rol social y político de las instituciones religiosas. El encuentro de hoy con el Papa es una señal importante de reconocimiento del rol de la Iglesia también en el plano social, de la transparencia y de la lucha contra la corrupción, para contribuir en el reforzar el proceso de democratización del país. El encuentro es también una importante señal a los militares, que en alguna áreas del país han alimentado la violencia contra los cristianos. Más el país es inestable y más lo militares pueden mantener intacto el propio poder, ya sea político como económico, porque en este modo son la aguja de la balanza en las elecciones de gobierno”.
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