Papúa, los separatistas ‘no son terroristas’: las instituciones y la Iglesia, contra el gobierno
Los dirigentes políticos locales y los líderes católicos expresan su profunda preocupación por las medidas del gobierno central en Yakarta. Un enfoque duro no dará resultados positivos y no resolverá el problema a corto plazo. Para el gobernador, tendrá un impacto negativo a nivel "económico, social y político". P. Marthen Kuayo: es necesario el diálogo y el compromiso de todos.
Yakarta (AsiaNews) - Los líderes políticos locales y los dirigentes católicos de la diócesis de Timika expresan su profunda preocupación por la decisión adoptada en los últimos días por el gobierno de Yakarta, que ha clasificado a los movimientos separatistas papúes (TPNPB) como "grupos terroristas". Entre las voces que critican la medida se encuentran el gobernador Lukas Enembe y el administrador de la diócesis, el padre Marthen Kuayo Pr: ambos sostienen que el enfoque duro adoptado por el gobierno central frente a la violencia - que afecta a milicianos y civiles - no puede dar resultados positivos y tampoco resolverá el problema a corto plazo.
El gobernador explicó a través de un comunicado que la medida de Yakarta tendrá un "impacto económico, social y político" negativo en una región remota. Para Enembe, sería "más prudente", que los militares (TNI) y la policía (Polri) comenzaran "con el mapeo de los grupos, sus características, escondites y organización". Por otro lado, recuerda los numerosos episodios de "fuego amigo" entre el ejército y la policía, que en el pasado afectaron a civiles, acusados de "complicidad" con movimientos rebeldes y separatistas.
Entre los numerosos casos de este tipo cabe recordar el de Rufinus Tigau, muerto tras recibir varios disparos el 20 de octubre de 2020. Se trata de un clásico ejemplo de ataque "equivocado" por parte de las fuerzas de seguridad indonesias. El joven era catequista y el único que conocía las tradiciones y la lengua de los católicos papúes, dado que los dos únicos sacerdotes de la zona no son nativos. El catequista, de sólo 28 años, fue asesinado durante una operación militar, y es el tercer cristiano muerto en pocos meses. La Iglesia local había solicitado la intervención del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, a fin de esclarecer el caso.
Para contener la violencia, el gobernador Lukas Enembe pidió la intervención de la ONU y presentó una lista de siete puntos, pidiendo al gobierno que volviera sobre sus pasos. Entre las razones que alega, menciona que el hecho de clasificar a la agrupación como terrorista acaba alimentando "problemas psicosociales" en la zona. La situación, dice, amerita una “reconsideración” por parte del gobierno y el Parlamento . Las autoridades de Papúa, siguen comprometidas con lograr la unidad del país, al tiempo que condenan el uso de la fuerza para dirimir las diferencias.
En una nota difundida en la prensa, el padre Marthen Kuayo reitera que los objetivos son "el diálogo y el armisticio", ambos “esenciales" para resolver la cuestión. Al ser entrevistado por AsiaNews, el sacerdote confirma su preocupación por la escalada de violencia y los casos de "daños colaterales”, cada vez más frecuentes, que culminan con la huida de la población civil en busca de lugares más seguros. "Tanto las fuerzas de seguridad como los grupos separatistas han asesinado a muchas personas. En cuanto a la seguridad, la situación se está deteriorando" y hay que evaluar seriamente la intervención militar, que podría terminar "alimentando aún más la violencia". Necesitamos el compromiso de todos para volver a la normalidad", advierte.
29/04/2021 15:40
22/03/2017 13:04