Palestina: la religión cristiana, incorporada como materia de examen en el Bachillerato escolar

La decisión fue adoptada tras 13 años de debates. Se aprobó un texto a nivel ministerial, que fue redactado en conjunto con las Iglesias palestinas. En Belén, los jóvenes se sienten entusiasmados. Antes se trataba de una prueba interna, que no tenía un reconocimiento estatal. La escuela es el lugar donde se educa para la convivencia: en Belén, los estudiantes “viven juntos, se aceptan, se ayudan, prescindiendo de cuál sea la religión a la que pertenezcan”.

Belén (AsiaNews) – En los próximos exámenes del Bachillerato, los estudiantes cristianos y musulmanes deberán sentarse codo a codo para rendir una prueba sobre su propia religión. Por primera vez, la religión cristiana ha sido incorporada como materia curricular del “tawjihi”, el examen final que rinden los jóvenes para egresar del liceo (12va clase). Quien lo cuenta es Marwan Di’Des, franciscano y director de la Escuela de Tierra Santa en Belén, donde el diálogo entre musulmanes y cristianos es parte de la vida cotidiana.

En los Territorios palestinos, el año escolar se inició el 29 de agosto (para la alegría de los más pequeños, y para pesar de los jóvenes del liceo, comenta riendo Fray Di’Des). Para el ciclo 2018-19, los estudiantes cristianos del último año deberán afrontar una materia más en el examen nacional: “Educación cristiana”. La decisión es fruto de 13 años de debate y encuentros. Para la prueba, el ministerio de Educación palestino ha aprobado un libro de texto que fue redactado con la colaboración de todas las Iglesias presentes en Palestina. En años anteriores, el examen era sobre el islam exclusivamente, a pesar de que ambas religiones son de estudio obligatorio. “La cuestión es de justicia social: si el alumno musulmán puede rendir un examen oficial, ¿por qué no así el cristiano?, comenta Fray Di’Des. “Es un resultado importante, porque en Tierra Santa somos menos del 2%. Que esta minoría absoluta logre tener un examen estatal donde se lo evalúe sobre su propia religión, es un logro importante. Y también es el signo de que la Autoridad [Palestina] reconoce nuestro rol pedagógico”.

“Los chicos viven la noticia con entusiasmo –comenta el franciscano-, aunque también tengan sus miedos, porque se trata de una primera experiencia. Y para los profesores también es así: antes enseñaban solamente tendiendo a la formación personal del joven, mientras que ahora se suma el trabajo para un examen. Es un desafío para el profesor y para el joven”.

La igualdad entre los jóvenes musulmanes y cristianos es un tema que reviste gran interés para la escuela de Belén, donde el 67% de los estudiantes es cristiano y el resto musulmán. Todos los años, la escuela encara actividades sugeridas por los mismos alumnos –para hacer que la escuela “se vuelva interesante, apetecible”–, y entre ellos figuran algunas que están orientadas a la educación en la convivencia y en la fraternidad, partiendo de los valores en común. “Cada semana, tenemos una hora de ‘Ética general moral’ con el educador, un profesor responsable de la clase; proponemos ideas, proyectos que giren en torno a los valores que compartimos, como la fraternidad, la caridad, el voluntariado, la coexistencia. Si bien implica un esfuerzo, el efecto de esto es visible en los chicos: cómo viven juntos, cómo se aceptan, se ayudan, prescindiendo de cuál sea la religión a la que pertenezcan”.