Palawan, miles de jóvenes en la jornada de oración por la paz en el Mar Chino meridional
Manila (AsiaNews/CBCP) - En un intento de calmar las tensiones en el Mar Chino meridional, que desde hace tiempo es escenario de una controversia entre Manila, Hanoi y Beijing por el control de las islas y de las rutas comerciales, la Iglesia filipina propone una jornada de oración. Miles de jóvenes, estudiantes y no estudiantes, de toda la provincia de Palawan, al oeste del archipiélago, respondieron a la invitación del obispo y se reunirán el próximo 2 de diciembre para esta cita especial por la paz. El objetivo de los participantes es que los gobiernos encuentren, con la ayuda de la oración, una vía política y diplomática “para la resolución de las disputas”.
El evento se llevará a cabo en Estadio del Deporte de la ciudad de Puerto Princesa. Los organizadores subrayan que se trata de un envento importante desde una perspectiva de paz, porque las tensiones en la región continúan creciendo y se hace cada vez más concreto el temor de un conflicto no solamente económico. Entrevistado por Radio Veritas, el obispo local, Mons. Pedro Arigo, afirma que “será recitado el Rosario” y el objetivo es reunir “a por lo menos 6.000 jóvenes” entre estudiantes de las escuelas superiores y los de la universidad.
El prelado agrega, asimismo, que el encuentro servirá también para dar ulteriores informaciones sobre los motivos de las tensiones en curso en la región, además de esclarecer las conexiones y las reivindicaciones de cada gobierno sobre los territorios disputados (mar Chino meridional o mar de las Filipinas occidental). Las personas deben sentirse implicadas en la cuestión, agrega el obispo, e “intensificar la oración, para que jamás se pierda la esperanza [de la paz]”.
Ya en julio pasado los obispos filipinos habían emprendido una “oratio imperata” por la paz en el Mar Chino meridional. Sin llegar a entrar en el arbitraje internacional promovido por el gobierno para resolver la disputa, el presidente de la Conferencia Epíscopal recordó, en dicha ocasión, que es tarea de los fieles rezar para alentar las relaciones, cada vez más tensas, entre Filipinas y China.
Días atrás, Manila llegó a una serie de acuerdos con Taipei y Tokio, orientados a contener el expansionismo chino y fortalecer, al mismo tiempo, el eje anti-Beijing en la región Asia-Pacífica.
Por su parte, Beijing reivindica una porción consistente de océano, que comprende a las Spratly y las Paracel, islas disputadas por Vietnam, Taiwan Filipinas, Brunei y Malasia (casi el 85% del territorio), y emprendió la construcción de una serie de islas artificiales, con bases militares. En respuesta, Hanoi y Manila -que inicialmente promovieron una instancia internacional ante el tribunal de la ONU- han reafirmado sus relaciones bilaterales y buscan desde hace tiempo contraponer un frente común.
Quien apoya a los países del Sudeste asiático son los EEUU, que han considerado "ilegal" e irracional" la llamada "lengua de buey" usada por Beijing para demarcar el territorio, llegando a comprender casi el 80% de los 3,5 millones de km2. . La hegemonía reviste un carácter estratégico debido a las posibilidades que ofrece la explotación del petróleo y el gas natural del lecho marino, en un área de la región Asia-Pacífica que posee un elevado interés económico, geopolítico y comercial, con un valor comprehensivo que ronda los 5.000 millardos de dólares.
