Pakistán, se conmemoró a Salman Taseer en privado. Sus herederos, en contra del extremismo
En Faisalabad hubo una ceremonia organizada por Human Rights Focus Pakistan. En todo el país, cristianos y musulmanes de buena voluntad se abocan a la lucha contra la discriminación y la persecución de las minorías. En detalle, quiénes llevan adelante la labor del ex gobernador Punjab.
Faisalabad (AsiaNews) – En todo Pakistán, los herederos de Salman Taseer, aquellos que llevan adelante su lucha contra la discriminación y la injusticia hacia las minorías religiosas, se vieron obligados a conmemorar el séptimo aniversario de la muerte, en un ceremonia privada. Taseer, ex gobernador de Punjab, fue asesinado el 4 de enero de 2011 por un guardaespaldas, porque había criticado la “ley negra” sobre la blasfemia, y porque había defendido a Asia Bibi.
Son muchas las personas de buena voluntad, tanto cristianas como musulmanas, que trabajan en silencio, en todo el país, para proseguir sus mismas batallas. A menudo no se sienten noticias de ellos, o bien prefieren permanecer en las sombras por motivos de seguridad. Sin embargo, el miedo a las represalias no los hace retroceder en la convicción de querer una sociedad justa y respetuosa de todos. Algunos activistas entrevistados por AsiaNews afirman que Taseer “es el ejemplo de que la muerte puede acabar con una persona, pero no con una causa. Deben terminarse las acusaciones falsas de blasfemia, de otro modo la imagen de Pakistán se limitará a la de un país que viola la libertad religiosa. Continuaremos alzando la voz en defensa de las comunidades oprimidas. La justicia debe ser igual para todos los ciudadanos”.
Ayer, en Faisalabad, los miembros de Human Rights Focus Pakistan se reunieron para recordar el sacrificio del gobernador. Todos los participantes, entre ellos, los activistas políticos Raja Thomas y Robin Daniel, Abrar Younas (activista social), John Victor (docente) y varios musulmanes que prefieren no ser mencionados, concuerdan sobre un aspecto: el recuerdo de Salman Taseer impulsa a seguir luchando por los derechos de las minorías del Pakistán.
Naveed Walter, presidente de HRFP, ha recordado que para Taseer, “los problemas empezaron cuando Asia Bibi fue condenada a muerte por blasfemia. Como gobernador de Punjab, él decidió intervenir contra esta decisión injusta del tribunal de primera instancia. Visitó a la mujer en la cárcel y durante una conferencia de prensa declaró que llevaría el caso de la madre cristiana ante el presidente, para solicitar la gracia”. Robin Daniel, activista cristiano y presidente de la National Minorities’ Alliance Pakistan, refiere que “la mayor parte de los radicales islámicos condenaron las declaraciones del político y instigaron a los jóvenes diciendo que quien se mancha con un ultraje al profeta Mahoma, se vuelve él mismo blasfemo. El guardaespaldas que le disparó a muerte en Islamabad actuó bajo estas influencias. La práctica de provocar a los jóvenes en nombre del islam no ha cesado. Y aún hoy, son usadas como armas para fines personales o políticos, tal como queda demostrado por el reciente asedio de la capital, llevado adelante por un movimiento islámico extremista”.
No sólo los cristianos, sino también muchos musulmanes obran para que se modifiquen las leyes sobre blasfemia. Uno de ellos es el activista laico Iftikhar Ahmed, que subraya: “Es trágico que los promotores de las leyes sobre blasfemia abusen [de estas normas] para matar a personas inocentes. A causa de la intolerancia, Pakistán se está convirtiendo en el fulcro del extremismo, que es el mayor obstáculo en la vía hacia el progreso de esta sociedad. Los radicales están despojando de su verdadera esencia a la religión, que es paz y unidad”.
En todo el país viven muchos “herederos de Salman Taseer”, personas comunes que se mueven por el bien común, en silencio. Organizan eventos por la paz entre las distintas comunidades y ofrecen apoyo y asistencia legal a las víctimas de discriminación. Por ejemplo, cuando llegan a saber de incidentes o episodios de persecución, activan la maquinaria de la solidaridad: difunden noticias a través de celulares, o llamando personalmente a otras personas que pueden hacer de mediadores en pos de la resolución de los conflictos. Estos herederos celebran juntos las festividades religiosas de las comunidades, como la Navidad, la Pascua, el Ramadán, promoviendo la paz y la inclusión.
Entre los “herederos” dignos de ser destacados figuran el mismo Naveed Walter, presidente del HRFP; Michelle Chaudry, directora de la Cecil & Iris Chaudhry Foundation; Irfan Mufti, vicedirector del South Asia Partnership Pakistan (SAP-PK). El primero, desde su oficina de Faisalabad, viaja por toda la provincia de Punjab para ofrecer asistencia legal y apoyo económico a las familias y comunidades marginadas. Siempre de parte de las víctimas y de los pobres, declara: “Después del martirio del gobernador, hemos continuado con ulterior impulso. La asociación HRFP ha activado la REAT Helpline, una línea gratuita (0800-09494) a la cual uno pude comunicarse a cualquier hora, tanto de día como de noche, y que responde a llamadas ante persecuciones y emergencias de cualquier tipo. Cada año, recibimos cerca de 1000 llamadas telefónicas y tratamos de brindar la asistencia posible para garantizar protección”.
La fundación de Michelle Chaudhry se ocupa de las familias. Ha adoptado a los tres hijos de Shama y Shahzad, los jóvenes cónyuges lapidados y quemados vivos en un horno de una fábrica de ladrillos donde Shahzad trabajaba. “Se puede silenciar a un hombre –declara la mujer- pero no su visión. Mantendremos vivo su legado, y lucharemos sin miedo para promover un Pakistán tolerante, el Pakistán de Jinnah [su fundador, que hablaba de respeto de las minorías, ndr]”. Por último, la asociación de Muftíes SAP-PK lleva adelante investigaciones sobre libros de texto, para detectar el material que difunde el odio. Publica documentos sobre las condiciones de las minorías en todas las provincias, y ejerce presiones sobre parlamentarios, a fin de que promuevan leyes que tutelen los derechos de éstas. Sólo ateniéndose a Punjab, la asociación funciona en 900 localidades, donde se ocupa de los sectores más carenciados de la población, como los trabajadores de las fábricas de ladrillos y los barrenderos. “Salman Taseer – afirma como conclusión – era un verdadero visionario laico y audaz. Trabajaba en un sistema que había quedado oprimido por la ortodoxia religiosa. Dando apoyo a las minorías y hablando en contra de las leyes discriminatorias sobre blasfemia, él ha demostrado su valentía y determinación en el sentido de ir a la raíz del odio, de la persecución y de las tendencias extremistas. Su sacrificio nos ha infundido nuevo coraje y fuerza para trabajar en su misión con rigor”.
17/12/2016 13:14