Pakistán: adolescente cristiana raptada, violada, convertida y vendida como esposa
Shalet Javed se fue de casa luego de discutir con uno de sus hermanos. Una señora admitió haberla vendido a un traficante de seres humanos. Wilson Chowdhry, activista cristiano: “Hay cuando menos 700 muchachas cristianas que se encuentran en la misma situación”.
Islamabad (AsiaNews/Agencias) – Una adolescente cristiana de 15 años fue raptada, vendida y dada como esposa a un hombre musulmán luego de convertirla por la fuerza. La joven se llama Shalet Javed y proviene de una familia sumamente pobre de Pakistán. Su historia salió a la luz gracias a la British Pakistani Christian Association (BPCA), que sigue el caso y está ayudando a la familia a lograr que su hija vuelva a casa. Wilson Chowdhry, presidente de la asociación, denuncia: “Es el enésimo, vergonzoso caso de rapto, violación y matrimonio forzado que tendremos que colocar en la lista”.
El caso de Shalet, de 15 años, data del 25 de marzo. La joven proviene de la localidad de Dhandra, en el distrito de Faisalabad. Tras discutir con uno de sus hermanos, ella salió de su casa y se refugió en lo de una amiga de la familia, la Sra. Goshi, de 36 años, a quien la joven considera como una tía y vive en el pueblo de Palam Sura. Ya entrada la noche, cuando su madre, Tasleem (35 años) vuelve a su domicilio y no encuentra a su hija, comienza la búsqueda. Goshi niega haber visto a la joven, pero ante la insistencia de Tasleem, que amenaza con denunciarla ante la policía, admite que la joven se encuentra en compañía de otra señora, llamada Rukhsana (42).
Durante tres días, la familia trata –en vano- de hacer la denuncia, pero se topa con un muro de silencio de la policía, que en lugar de poner en marcha una investigación, sugiere la hipótesis de que Shalet se ha escapado con alguien. Luego de tres días, los agentes arrestan a la Sra. Rukhsana, quien confiesa haber vendido a la muchacha cristiana a un hombre musulmán de 28 años, Rafel, conocido para las autoridades por su implicación en el tráfico de mujeres. La semana siguiente, la familia recibe una carta que contiene el certificado de matrimonio (Nikkah) de la hija con un musulmán llamado Zafar Iqbal. Los agentes arrestan a Rukhsana y a Rafel, pero luego ambos quedan en libertad bajo caución.
Wilson Chowdhry protesta por la actitud tomada “por la policía, que no registró la denuncia de inmediato. Esta es la prueba lamentable de la corrupción imperante que rige en las fuerzas de la policía del Pakistán. Y lo que es peor, las únicas dos personas implicadas en el caso de violencia sexual han quedado libres bajo caución”.
En Pakistán, el fenómeno de los secuestros y conversiones forzadas es una plaga que aflige al país. En el último tiempo, la sociedad civil se alzó en protesta por el rapto de dos hermanas hindúes, pero los casos persisten y no hay señales de que vayan a disminuir. Según Chowdhry, “cerca de 700 jóvenes cristianas se encuentran atrapadas en esta horrenda tradición, perpetrada por hombres musulmanes que se sienten atraídos por mujeres más jóvenes. Ellos saben que infringen la ley, pero quedan impunes gracias a la Sharia”. Algunos “imanes sinvergüenzas –agrega- prometen un lugar especial en el paraíso para aquellos que realizan conversiones forzadas de esta manera”.
Los padres de Shaley están desesperados y no saben cómo lograr que su hija vuelva a casa. El padre no trabaja a causa de una lesión en la médula ósea, y los otros seis hermanos y hermanas colaboran como pueden. La madre, Taslee, vive atormentada: “Mi hija debe estar aterrorizada y preocupada. Su inocencia se ha perdido a causa de un hombre cruel. Mi corazón está destrozado, pero sigo teniendo confianza en Dios. Solo Él puede devolverme a mi niña”.
(Photo credit: British Pakistani Christian Association)
05/02/2020 17:55
03/12/2019 13:21
08/10/2018 16:12