Padre Samir: Irán sigue bombardeando Kurdistán tras la muerte de Mahsa Amini

"Por la noche nos despiertan las explosiones", confirma el sacerdote. El objetivo son los campamentos de refugiados kurdos iraníes o los centros de resistencia. Cerca de 12 víctimas de los ataques, entre ellas una mujer embarazada. En la misa con los jóvenes, oración por los que luchan por su libertad y sus derechos. Una universidad sitiada en Teherán. También fue detenida una turista italiana de 30 años.

Erbil (AsiaNews) - La violencia que se ha desatado como consecuencia de las protestas por la muerte a manos de la policía moral de la joven kurda iraní Mahsa Amini, de 22 años, ha llegado al Kurdistán iraquí. "Ya hace varios días que Teherán comenzó a bombardear en distintos puntos, desde Erbil hasta Ankawa y Sulaymaniyya. Por la noche nos despiertan las explosiones. El objetivo son los campos de refugiados o los centros donde viven curdos o iraníes de la disidencia que huyeron hace tiempo”, explica a AsiaNews el padre Samir Youssef, párroco de la diócesis de Amadiya, en el Kurdistán iraquí, donde en los últimos días también hubo varias víctimas. “Las bombas y los ataques con drones -continúa- han matado al menos a 12 personas y hay decenas de heridos. Entre las víctimas, produjo una conmoción especial la muerte de una joven embarazada en un campo de refugiados; los médicos consiguieron al menos salvar al niño”.

La presencia de los kurdos iraníes, o miembros de la disidencia, comenzó años atrás y está relacionada con acuerdos políticos de alto nivel, supeditados a que desde Kurdistán no se lanzaran ataques en territorio iraní. “Es sabido que hay bases de resistencia - confirma el p. Samir, pero no se habían producido problemas importantes y, a diferencia de Turquía con el PKK, Teherán no atacaba. Pero la situación cambió cuando murió la joven y comenzaron las manifestaciones. Nuestro territorio se convirtió en blanco de los ataques, alimentando un clima de tensión y miedo”. Lo que le ocurrió a la joven kurda, afirma, tuvo “amplio eco en la prensa regional y nacional, con expresiones de apoyo al pueblo iraní y sus legítimas exigencias de libertad y derechos”.

Mientras tanto, desde Irán siguen llegando noticias de la represión avalada por las autoridades. Según fuentes de Amnesty International, el gobierno de Teherán ha ordenado a las fuerzas de seguridad que repriman las manifestaciones "con severidad y sin piedad". El movimiento activista afirma que hay documentos con fecha del 21 de septiembre, provenientes del cuartel general de las Fuerzas Armadas y dirigidos a los mandos de las diferentes reparticiones, en los que se pide "tratar con la máxima severidad a los antirrevolucionarios y alborotadores". Otro documento del día 23 para la provincia de Mazandrán insta a “hacer frente sin piedad, hasta causar muertes, a cualquier desorden provocado por revoltosos y antirrevolucionarios”.

Sin embargo, las amenazas y la violencia de los ayatolás no detienen la ola de protestas, que continúa en las calles, en la plazas y hasta en los campus universitarios, que se encuentran sitiados. En la Universidad Sharif de Teherán, por ejemplo, se produjeron violentos enfrentamientos entre agentes -incluso efectivos vestidos de civil- y estudiantes. Anoche, miembros de las milicias basij "rodearon el campus y abrieron fuego" utilizando proyectiles de goma. Arrestaron cerca de un centenar de personas, entre estudiantes y profesores". En un video que subieron a las redes sociales, pese al bloqueo de la red impuesto por las autoridades, se puede ver a estudiantes perseguidos por policías y retenes en las puertas de la universidad, que en este momento se parece más bien a una cárcel.

Entre las personas detenidas también se encuentra la periodista que difundió por primera vez la noticia de la muerte de Mahsa. Desde hace varios años Niloofar Hamedi cubre las noticias relacionadas con los escuadrones de la policía moral y su influencia -creciente desde el ascenso a la presidencia del ultraconservador Ebrahim Raisi- en la sociedad iraní. Al mismo tiempo, el número de muertos a aumentado a 133 y hay más de mil (aunque es difícil tener cifras confiables) personas detenidas por los cuerpos de seguridad. Una de ellas es una joven turista italiana, Alessia Piperno, de 30 años (que aparentemente no estaba involucrada en las protestas, aunque escribió sobre ellas en sus redes sociales) que fue arrestada el día de su cumpleaños. Durante la noche, la familia hizo un llamamiento desesperado en las redes sociales, pidiendo ayuda al gobierno de Roma para que sea liberada.

El padre Samir subraya que "los cristianos iraníes también están profundamente preocupados por lo que está ocurriendo". Y las protestas en las calles por la muerte de Mahsa Amini también fueron objeto de confrontación y discusión en el encuentro de los jóvenes de la diócesis, organizado por el mismo sacerdote: "Las mujeres se sienten afectadas por lo ocurrido, están tristes y doloridas" por las muertes y por los videos donde se cortan el cabello. Sin embargo, apoyan con igual fuerza su lucha por las libertades y los derechos, y en las misas que hemos celebrado en estos días también hemos rezado por ellos”.