P. Lombardi: la renuncia de Benedicto XVI "una decisión que incide realmente en la situación y en la Historia de la Iglesia"
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La decisión de Benedicto XVI de renunciar al papado fue "un gran acto de gobierno", "una decisión verdaderamente libre que afecta a la situación y a la Historia de la Iglesia". El padre Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, comenta la decisión del11 de febrero de 2013, tomada por el Papa Ratzinger. "Gesto inusual y sorprendente" para la gran mayoría de la gente, pero que "para los que acompañaron más cerca a Benedicto XVI "ha sido durante mucho tiempo", un tema sobre el que oró, reflexionó, era un discernimiento espiritual".
En
una entrevista concedida a Radio Vaticano, el padre Lombardi recordó el
"miedo" que despertó, entonces, la idea de dos Papas que vivían al
mismo tiempo. "Para mí - dice - parecía bastante claro que no tenía que
tener ningún miedo. ¿Por qué? Porque
la cuestión es que el papado es un servicio y no un poder. Si se viven los
problemas en clave de poder, entonces es claro que dos personas pueden tener
dificultad para convivir, porque puede ser difícil el hecho de renunciar a un
poder y convivir con el sucesor. Pero si se vive todo exclusivamente como un
servicio, entonces una persona que ha cumplido su servicio ante Dios y en plena
conciencia pasa el testimonio de este servicio a otra persona, que con actitud
de servicio y en plena libertad de conciencia, desarrolla este deber, ¡entonces
el problema no se presenta absolutamente! Existe una solidaridad espiritual
profunda entre los Servidores de Dios que buscan el bien del pueblo de Dios en
el servicio al Señor.".
Y
ahora Benedicto XVI " vive de una manera discreta, sin una dimensión
pública, pero esto no quiere decir que viva aislado, encerrado como una
clausura estricta. Desarrolla una actividad normal para una persona anciana -
una persona anciana religiosa: es decir, una vida de oración, de reflexión, de
lectura, de escritura en el sentido que responde a la correspondencia que
recibe; de coloquios, de encuentros con personas que le están cerca, a las que
encuentra con gusto, con las cuales considera útil tener un diálogo, que le
piden consejos o cercanía espiritual. Por consiguiente: la vida de una persona
rica espiritualmente, de gran experiencia, en una relación discreta con los otros.
Lo que no existe es la dimensión pública a la cual estábamos acostumbrados,
siendo el Papa y, por lo tanto, estando siempre bajo los reflectores, bajo la
atención de todo el mundo. Esto no existe, pero por lo demás, es una vida
normal con diversas relaciones. Y, entre estas relaciones, está la relación con
su sucesor, la relación con el Papa Francisco que, como sabemos, tiene momentos
de encuentro personal, de diálogo: uno ha ido a la casa del otro y viceversa. Y
luego están las otras formas de contacto que pueden ser el teléfono o los
mensajes que le son enviados: una situación de relación del todo normal, diría,
y de solidaridad. Me parece que sea muy bello para nosotros, cuando tenemos
aquellas raras imágenes de los dos Papas juntos y que oran juntos - el Papa
actual y el Papa emérito: es un signo muy hermoso y alentador de la continuidad
del ministerio petrino en el servicio de la Iglesia".
26/11/2013
26/04/2018 12:08