P. Bader: el rey Abdullah II se reúne con el Papa Francisco por la paz en Gaza y Oriente Medio

El pontífice recibió hoy en el Vaticano al rey jordano. La Santa Sede destaca el diálogo "cordial" y el compromiso común en muchos frentes. Sacerdote jordano: relaciones "consolidadas", Ammán "modelo" en las relaciones entre cristianos y musulmanes. Preocupación por la escalada en la región, la importancia del turismo "especialmente el religioso".

Ammán (AsiaNews) - En una perspectiva de compromiso global "por el alto el fuego en Gaza", la colaboración entre la Santa Sede y Ammán es "muy importante", tal como lo confirma el encuentro de hoy entre el Papa Francisco y el rey Abdullah II "en su séptima visita a el Vaticano", señala a AsiaNews el p. Rifat Bader, director del Catholic Centre for Studies and Media (Ccsm) y responsable de abounga.org, una de las personalidades más autorizadas de la Iglesia en Jordania, en el año en que se celebra "el trigésimo aniversario de las relaciones diplomáticas" entre los dos países. La importancia de estas relaciones se afirma también en la nota vaticana que se difundió al concluir la visita, donde se habla de una conversación privada "cordial" que duró cerca de 20 minutos, fruto de un conocimiento de muchos años, a la que siguió el tradicional intercambio de regalos.

Las relaciones están "consolidadas desde mucho antes de las relaciones oficiales", explica el sacerdote, si se tiene en cuenta que Jordania es "el primer país que recibió la visita oficial" de un pontífice en 1964, con el viaje de Pablo VI, quien continuó después su peregrinación a Jerusalén y Belén. Jordania, prosigue "forma parte de Tierra Santa" y es "respetada por la Santa Sede por su participación en el diálogo interreligioso y las relaciones que se han construido entre cristianos y musulmanes", que la han convertido en "un modelo". A lo largo del tiempo han surgido muchas iniciativas en Ammán, como la propuesta a la ONU de celebrar en febrero la Semana de la Armonía entre las Religiones, que presentó el mismo reino hachemita, recuerda el p. Bader, y el Vaticano "presta atención a Jordania" en una perspectiva de paz regional.

Hace poco más de un mes estuvo en Jordania el "Ministro de Relaciones Exteriores" del Vaticano, Mons. Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, y la describió como una tierra "de paz y de estabilidad". "El país - señala el sacerdote jordano - no ha participado en guerras, no se ha manchado de sangre" y, al mismo tiempo, "ha acogido a refugiados de Palestina, Irak y Siria". El pontífice también "ha recordado y citado varias veces" a Jordania como ejemplo "de acogida junto con el Líbano", y el encuentro de hoy "es muy importante precisamente en la perspectiva de las guerras que tienen lugar en Oriente Medio".

Una de las prioridades que aúnan el trabajo de Ammán y el de la Santa Sede es "hacer llegar la ayuda humanitaria a los necesitados en Gaza", subraya el p. Bader, a lo que se suma "la urgencia de lograr la liberación de los rehenes" que todavía se encuentran en manos de Hamás. Una vez considerados estos dos puntos en lo inmediato, "es necesario mirar hacia el futuro, no sólo para encontrar una solución al conflicto en la Franja sino para dar una respuesta global al problema palestino. Y aquí - afirma - hay una visión común sobre la paz y los dos Estados [israelí y palestino], porque tanto Ammán como el Vaticano apoyan esta solución", aunque difieren en parte sobre Jerusalén [la parte oriental como capital del futuro Estado para el reino hachemita, mientras la Santa Sede aboga por un estatuto especial].

El conflicto en Gaza, el ataque iraní a Israel y la respuesta del Estado judío, los ataques de las milicias hutíes pro-Teherán en el Golfo y los enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí contribuyen a aumentar la tensión. En particular, el ataque iraní y la respuesta israelí han provocado más de una preocupación: "Para los ciudadanos - confirma el p. Bader - ha sido un momento difícil, porque no estamos acostumbrados a oír ruidos de vehículos militares, de guerra, pero en estas circunstancias Ammán ha confirmado una vez más que es una nación estable e independiente. Y que no quiere contribuir a una guerra destructiva sino seguir siendo un actor de paz, porque una Jordania fuerte y estable es la mejor manera de ayudar a los palestinos".

Sin embargo, el peligro de una escalada "está siempre presente", continúa el sacerdote, porque "hay muchos actores dispuestos a entrar en juego y el riesgo de que se extienda es real, pero ese no es el deseo de Jordania ni el de la Santa Sede". Además, añade, "no debemos olvidar a la comunidad cristiana de la Franja, una minoría que da testimonio de paciencia, de fe y de valentía: ellos también contribuyen entregando mártires a Palestina". Con respecto al diálogo, recuerda, el propio rey Abdullah II "alienta la fraternidad entre cristianos y musulmanes: este año celebramos el cuarto de siglo de su ascenso al trono y en este tiempo ha recibido a tres pontífices, san Juan Pablo II el Papa Benedicto XVI y el actual Papa Francisco. En su momento fue el monarca árabe más joven y hoy es el decano de los líderes de la región de Oriente Medio".

En el frente interno, por último, el P. Bader señala algunas cuestiones críticas que es necesario abordar, empezando por la "pobreza: hay muchos pobres y desempleados, pese a que el gobierno se esfuerza por mejorar la situación". El país, explica, depende "del turismo, especialmente del religioso, que garantiza trabajo también para los jóvenes". Sin embargo, las presencias y las llegadas han disminuido en los últimos tiempos y debemos contar con la ayuda de la Santa Sede para desarrollar el turismo religioso". La atención está puesta en 2030, cuando Ammán celebrará los dos mil años del bautismo de Jesús en el Jordán. "Nos estamos preparando - concluye - para recibir a miles de turistas, y sin duda la presencia de un nuncio residente - desde enero de 2023, Mons. Giovanni Pietro Dal Toso, quien celebró la primera misa en Petra - ayudará a conseguir ese objetivo".

(Foto Vatican media)