P. Abel, el sacerdote más anciano de la diócesis de Daca

de Sumon Corraya

El sacerdote fue ordenado en 1965. Sirvió en las diócesis de Mymensingh y Daca. En “una sola ceremonia, 900 tribales han recibido a Cristo”. Brinda consejos a los jóvenes sacerdotes: “Preparen las prédicas y visiten más a las familias”.

Daca (AsiaNews) – “Mi madre me decía siempre que sería sacerdote. Ella me ayudó a serlo”. Lo cuenta a AsiaNews el p. Abel Ballestine Rozario, de 82 años, el sacerdote más anciano de la arquidiócesis de Daca. Él fue ordenado hace 54 años y en toda su vida sacerdotal bautizó a 2.500 católicos, en su mayoría tribales. “Estoy contento con mi vida sacerdotal -dice- y aunque he sufrido mucho, sé que el trabajo es para el Señor. Hoy no puedo caminar sin la ayuda de un bastón, pero esto no me detiene y continúo desarrollando mi trabajo. Visito a los enfermos, escucho con pasión las confesiones y celebro la misa”.

El Padre Abel proviene de una familia de campesinos de la parroquia de Tuital, en la arquidiócesis de Daca, su padre tuvo diez hijos. Él fue consagrado en 1965 y trabajó en las parroquias de Bhatikashor y Ranikhong, en la diócesis de Mymensingh, hasta 1986. En 2014 el sacerdote se enfermó y se retiró. Hoy reside en la parroquia de Tejgaon, la más grande la la ciudad.

En 1987 él asistió a la creación de la diócesis de Mymensingh, dependiente de la arquidiócesis de la capital. En aquel período, cuenta: “la mayor parte de la población tribal de etnia garo seguía las tradiciones animistas, adoraban las plantas y los animales. Hoy el 99% de los tribales es cristiano”. El sacerdote recuerda “cuando bauticé 900 personas todas juntas, en una única celebración. Antes de adherir al cristianismo, habían hecho el catecismo durante por lo menos 6 meses”.

Por 17 años “serví en la iglesia de Tejgaon, el período más largo para cualquier sacerdote. Aquí los católicos como mucho son instruidos y ya no tienen tantos hijos como en el pasado. Hoy en día, como mcuho tienen 2, y les cuesta mucho asegurarles una buena educación".

Él quiere dar algunas sugerencias a los jóvenes sacerdotes: “La mayor parte de ustedes hace buenas prédicas durante la misa, pero no todos se preparan de manera adecuada. Deben prepararse ayudándose con la oración. También deben visitar a las familias, porque en el contexto familiar los problemas están creciendo. Es muy importante que los sacerdotes y las religiosas den más apoyo espiritual a las parejas y a sus hijos”.