Ottawa acusa al Banco de Desarrollo creado por Beijing de 'dominación comunista' y congela las relaciones

de John Ai

El exdirector de comunicaciones del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, Bob Pickard, ciudadano canadiense, renunció a su puesto y voló a Tokio por temor a represalias. En Twitter criticó duramente a la entidad financiera. Canadá suspendió todas las actividades del gobierno en el banco y pidió una investigación, un nuevo revés para las relaciones bilaterales.

Beijing (AsiaNews) - Mientras el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, se dirige a Beijing con el propósito de mejorar las relaciones con China, Ottawa continúa la confrontación con ese país. Canadá ha congelado las relaciones con el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB) con sede en Beijing después de que el director de comunicaciones generales del banco, un ciudadano canadiense, anunciara su dimisión a principios de esta semana, afirmando que la institución "está dominada por el Partido Comunista" de China. El gobierno canadiense está investigando las acusaciones y ha insinuado que Ottawa podría retirar su adhesión.

En el momento de anunciar su renuncia, el exdirector de comunicaciones Bob Pickard criticó con dureza a la entidad financiera: “El Banco está controlado por miembros del Partido Comunista y tiene una de las culturas más tóxicas imaginables. No creo que los intereses de mi país se vean beneficiados por la adhesión al AIIB", escribió en Twitter. Después del anuncio, Pickard abordó apresuradamente un vuelo a Tokio por razones de seguridad.

En una entrevista concedida a Reuters dijo que le habían aconsejado que no pusiera un pie en China en el corto plazo y mencionó a los "dos Michaels", refiriéndose a los ciudadanos canadienses Michael Spavor y Michael Kovrig, quienes fueron secuestrados y encarcelados en China durante cerca de tres años en represalia por el arresto de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou, en Canadá a pedido de los Estados Unidos.

Según el perfil en LinkedIn de Pickard, el canadiense entró a formar parte del AIIB en marzo de 2022. Describió al banco como una herramienta que usa Beijing para lograr sus objetivos geopolíticos financiando la Belt and Road Initiative, el mega proyecto de infraestructura lanzado por Beijing en 2013. Pickard también afirmó que el Partido Comunista interfirió en su trabajo y tiene una fuerte influencia en el órgano de toma de decisiones del banco. Sin embargo, se negó a dar ejemplos debido al acuerdo confidencialidad con la institución.

El AIIB emitió un comunicado en el que afirma que las acusaciones de Pickard son "infundadas y decepcionantes". El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, respondió a los comentarios de Pickard diciendo que "el AIIB se adhiere a los principios de apertura, meritocracia y transparencia en la contratación y gestión de los empleados". Wang dijo que además el banco tiene empleados de 65 países y sus logros han sido "ampliamente reconocidos por la comunidad internacional". La embajada china en Canadá también ha declarado que las afirmaciones de Pickard son falsas.

Después del incidente la ministra de Finanzas de Canadá, Chrystia Freeland, hizo saber que Canadá había suspendido "todas las actividades del gobierno en el banco". El gobierno canadiense está revisando las acusaciones y su propia participación en la organización. Freeland declaró que no excluía ningún resultado de la investigación, sugiriendo que Ottawa podría abandonar la organización internacional creada por Beijing.

El presidente chino Xi Jinping anunció la creación del AIIB en 2016. En este momento el AIIB está dirigido por Jin Liqun, ex viceministro de finanzas de China. La institución se considera una alternativa a otras organizaciones dirigidas por Occidente, como el Banco Mundial. El AIIB afirma ser un financiador "apolítico" y actualmente tiene 106 miembros. Estados Unidos había exhortado a los países miembros a replantearse su participación. Canadá se adhirió al banco en 2018, pero el Partido Conservador ha pedido repetidamente al gobierno que se retire, alegando que el banco es una herramienta de China para ejercer su influencia.

Las relaciones bilaterales entre China y Canadá se han ido deteriorando progresivamente en los últimos años. Ottawa acusó recientemente a Beijing de interferir en las elecciones y de haber creado estaciones secretas de policía. Canadá expulsó a un diplomático chino alegando interferencia extranjera, y China respondió expulsando a su vez a un diplomático canadiense.