Orban apuesta por la energía nuclear china en una "nueva era de asociación"
Entre los 18 acuerdos firmados en Budapest con Xi Jinping figura también una cooperación en materia de centrales atómicas. De fondo, las dificultades del proyecto de la nueva central Paks II, en construcción con la agencia rusa Rosatom y en riesgo de sanciones. Por su parte, el presidente chino elogia el apoyo de Hungría a Beijing sobre "Taiwan, Hong Kong y los derechos humanos".
Milán (AsiaNews/Agencias) - Hungría también se ha abierto a la cooperación con China en materia de energía nuclear. Sólo uno de los 18 acuerdos firmados ayer durante la visita de Xi Jinping a Budapest, última etapa de su gira europea que también le llevó esta semana a Francia y Serbia, está dedicado a la cooperación atómica. En la Hungría del primer ministro Viktor Orban, el presidente chino relanzó aún más el eje con el primer socio europeo de la "Belt and Road Initiative", acuñando para las relaciones con Budapest la definición de "asociación estratégica global para todas las estaciones de la nueva era".
Más allá de los avances en cuestiones como la línea ferroviaria Budapest-Belgrado -y de aspectos "de color" como la emisión en la televisión húngara del programa de culto de la televisión estatal de Beijing "Los clásicos citados por Xi Jinping"-, es la firma del acuerdo sobre energía nuclear civil lo que revela claramente el marco geopolítico de esta asociación. Hungría cuenta actualmente con una sola central nuclear, la de Paks, que se puso en marcha en 1974 y data de la época soviética. Una vieja central cuyo funcionamiento se prorrogó en 2017 por otros 20 años, a la espera de una nueva planta -llamada Paks II- que Budapest sigue construyendo con Rosatom, la agencia rusa de energía atómica. Sin embargo, el marco de sanciones europeas contra Moscú por la guerra de Ucrania está causando dificultades al proyecto: en sí misma, la energía nuclear civil no está entre las áreas embargadas, pero surgen problemas sobre componentes individuales que pueden tener un uso tanto militar como civil.
Hace apenas dos días -justo en vísperas de la llegada de Xi Jinping a Budapest- la web húngara de periodismo de investigación Direkt36 publicó una investigación según la cual en los últimos meses el propio primer ministro Orban había bloqueado un "plan B" elaborado por el Ministerio de Energía, que preveía superar el estancamiento iniciando la construcción de una tercera central nuclear en el país en colaboración con la empresa francesa Framatome, desechando de hecho el proyecto Paks II en marcha con los rusos. A la luz de este asunto, es fácil -por tanto- suponer que el Memorándum de Cooperación sobre Energía Atómica firmado con Beijing pretende, en cambio, volver a poner en marcha el plan de la segunda central, solicitando la cooperación de la Autoridad China de la Energía Atómica (que también está cada vez más comprometida con la exportación de sus conocimientos nucleares) para estos aspectos que correrían el riesgo de caer bajo las sanciones.
A estos acuerdos económicos, China pretende obviamente dar también peso político en un país que asumirá el liderazgo de la Unión Europea en los próximos seis meses. En su discurso en Budapest, el presidente Xi Jinping no dejó de declarar que Beijing "aprecia la búsqueda decidida y a largo plazo por parte de Hungría de políticas amistosas hacia China", subrayando expresamente "el apoyo claro y firme de China en Taiwán, Hong Kong y las cuestiones de derechos humanos". Añadió -en clara referencia a las tensiones entre Budapest y Bruselas- que, por su parte, China "apoya firmemente a Hungría en la búsqueda de una vía de desarrollo adaptada a sus condiciones nacionales". Orban, por su parte, respondió ensalzando las "iniciativas de paz" de Beijing, mientras Hungría se queda sola en "una Europa que está del lado de la guerra".
La mención a Hong Kong -en particular- fue recibida con amargura por Luke de Pulford, activista británico de derechos humanos, fundador y director ejecutivo de la Alianza Interparlamentaria sobre China. En posts en X comentó: "En agosto de 2019 estuve en un evento en Portugal, Orban estaba allí. Recuerdo que felicitó al padre de la democracia en Hong Kong, Martin Lee (ahora juzgado bajo la Ley de Seguridad Nacional querida por Beijing ed), y al heroico cardenal Zen por su valentía frente a la opresión del Partido Comunista Chino. Véanlo ahora".
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