Onu, descubiertas 200 fosas comunes del Isis. Sacerdote caldeo: herida todavía abierta

Una investigación de la Naciones Unidas llevó a descubrir fosas que contienen hasta 12 mil cadáveres. Estas se encuentran en el norte y en el oeste del país. La mayor parte (95) en la llanura de Nínive. P. Paolo: “Signo de la memoria” impresas “en los rostros de las personas, también en los de los niños”.

Mosul AsiaNews)- Dentro de las fosas hay “yazidíes, musulmanes, extranjeros capturados y luego ajusticiados; no sabemos si hay cristianos de la llanura de Nínive” de los cuales (desde hace tiempo no se tienen noticias”, pero sobre esto no hay hasta ahora “noticias ciertas”. Es el comentario del p. Paolo Thabit Mekko a AsiaNews, después que la noticia se dio a conocer en estas horas del descubrimiento de otras 200 fosas comunes que contienen miles de cadáveres masacrados por el Estado islámico (EI, ex Isis). Se las encontraron gracias a una investigación de las Naciones Unidas, ellas se encuentran en las gobernaciones de Nínive, Kirkuk, Salahuddin y Anbar, en el norte y en el oeste, territorios un tiempo controlados por las milicias yihadistas.

“Las fosas comunes-afirma el sacerdote caldeo- son un signo de la memoria, son huellas que permanecerán por largo tiempo, un promemoria de lo que sucedió”. Una tragedia, agrega, que afectó a un entero pueblo y que “hoy están impresas “en los rostros de las personas, también en los de los niños, que llevan las huellas de los traumas”, no sólo físicas, sino también psicológicos.

Según estimaciones de la Onu, en las fosas habría restos de al menos 12 mil víctimas. Ellas representan una confirmación ulterior de la brutalidad, de las violencias, de los asesinatos de aquellos que rechazaban o criticaban a la ideología yihadista y la loca violencia de los milicianos. “Ellas representan un promemoria de la angustiosa pérdida de vidas humanas y de una crueldad escalofriante”, subraya Ján Kubiš, representante especial Onu para Irak.

La investigación permitió encontrar restos de los cuales se pueden saber las identidades de las víctimas. Además los descubrimientos pueden constituir una prueba fundamental en los (futuros) procesos por los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, sin excluir la hipótesis de genocidio, contra altos funcionarios o miembros de primer plano del Isis. De las 202 fosas comunes descubiertas hasta ahora, 95 se encuentran en la llanura de Nínive, 37 en Kirkuk, 36 en Salah al-Din y 24 en Anbar. Dentro de ellas hay entre 6 mil y las 12 mil víctimas, entre las cuales hay también niños, mujeres, ancianos y personas discapacitadas, trabajadores extranjeros y miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes.

Después de un rápido ascenso entre la segunda mitad de 2014 y 2015 en Siria e Irak, llegando a conquistar mitad del territorio y manchándose de crímenes gravísimos contra la humanidad, después que los yihadistas perdieron progresivamente terreno bajo el impulso militar de Damasco (con su aliado ruso) y del ejército iraquí, apoyado por los kurdos y por una coalición internacional guiada por EEUU. Hoy controlan sólo algunas áreas limitadas entre ambos países; sin embargo, su ideología está aún viva y la derrota militar no cancela la amenaza.

“Los traumas del dominio yihadista están aún vivos y entraron en la jerga común y en la vida de todos los días”, narra el p. Paolo. “A menudo aquellos que llevan barba- cuenta- sos asociados al Isis. La palabra misma, Daesh (acrónimo árabe para el EI) es utilizada para aterrorizar a la gente, para hablar mal, para indicar una conducta impropia. Cuando alguno hace algo mal, se le dice que es del Isis. Todo esto demuestra cuánto esté todavía viva la tragedia”.

Hay “heridas abiertas” de quien “perdió a sus seres queridos”, narra el sacerdote caldeo, que se agregan “a las destrucciones de las casas, de las iglesias, de los edificios públicos. Para decir que el Isis no está olvidado, ni cancelado, no puede ser archivado como un evento del pasado”. En tema de reconstrucción “los trabajos continúan”, concluye el p. Paolo, pero lo que sirve realmente “es una ocupación estable y un profundo proceso de recuperación psicológica de los traumas de las víctimas”.