Ola de suicidios entre los burócratas, causada por la campaña anti-corrupción

Desde cuando Xi Jinping subió al poder en el año 2012, 120 representantes del gobierno se suicidaron. Entre el 2003 y el 2012, en la era de Hu Jintao, se quitaron la vida 63. El suicidio como gesto de amor a la familia, que así puede conservar el dinero proveniente de los sobornos.

Beijing (AsiaNews/Agencias) – Se ahogan en ríos, beben veneno, se arrojan de los puentes; se tiran de uno de los pisos altos de sus oficinas; son algunos de los modos por los optan los burócratas del Partido cuando eligen la muerte, para escapar así a las investigaciones e inspecciones. Es otro de los frutos dolorosos de la campaña anti-corrupción, llevada adelante por el presidente Xi Jinping.

Desde cuando subió al poder como secretario general del Partido y como presidente en el 2012, él ha tratado de detener la corrupción difundida en todos los niveles del gobierno, investigando a decenas de miles de burócratas y castigando a muchos de ellos con largas penas en prisión.

En este período, el número de representantes del gobierno muertos por “motivos anormales” aumentó, llegando a 120. Esta cifra casi duplicó la de 68 suicidios registrados entre los años 2003 y 2012 bajo su predecesor, Hu Jintao.

Aparentemente, la muerte de personas que están siendo investigadas es un intento de evitar la humillación de los interrogatorios y de las confesiones públicas. Pero también se trata de una vía de escape para las familias. En efecto, si el burócrata muere antes de que se concluya la investigación, el caso es cerrado y los miembros de su familia pueden conservar el dinero o los sobornos que su pariente ganara por vías corruptas.

Las noticias que informan sobre el suicidio de representantes del gobierno no producen compasión alguna en la población, que en general piensa que todos los burócratas son corruptos.

La campaña anti-corrupción, en cambio, sí está teniendo sus efectos: muchos burócratas, por temor a caer en la trampa y ser investigados, no se atreven a tomar esta decisión o bien abandonan el trabajo en el gobierno para desempeñarse en el sector privado. Esto genera una parálisis en los permisos y en el emprendimiento de nuevos proyectos.