Ofensiva turca en Siria e Irak deja una víctima cristiana, iglesia y viviendas dañadas
Ankara lanzó la operación de primavera "Claw Lock" contra objetivos kurdos al otro lado de la frontera. La víctima es un cristiano de 26 años, oriundo de Khabour. Los yihadistas atacan con el apoyo de los turcos y golpean decenas de objetivos en el Kurdistán iraquí. Para la oposición se trata de una "política" hipócrita que pretende encubrir la crisis interna.
Estambul (AsiaNews) - Las iglesias y los fieles cristianos también están bajo la mira del gobierno turco y su ofensiva de primavera contra los objetivos del PKK (Partido de los Trabajadores Kurdos, tachado por Ankara de organización terrorista) en el norte de Irak y en el noreste de Siria. El pasado fin de semana, los aviones cazas del presidente Recep Tayyip Erdogan -que, según los críticos, utiliza la guerra para enmascarar graves dificultades económicas internas- atacaron decenas de objetivos y mataron al menos a 19 combatientes de la organización kurda. A esto se suman las muertes de cristianos y el temor a una nueva escalada, mientras la atención internacional se centra en las cuestiones ruso-ucranianas.
Fuentes cristianas del noreste de Siria informan de que, en la noche de Pascua, aviones de combate turcos bombardearon varias veces la aldea asiria de Tel Shanan. En paralelo, se produjeron fuertes enfrentamientos por tierra, entre grupos yihadistas -apoyados por Ankara- y miembros de una milicia cristiana (MNK) presente en la zona. El día anterior, las bombas turcas dañaron una iglesia y destruyeron varias viviendas en la aldea de Tal Tawil, cerca de Tal Tamar. Tal Tawil es un pueblo cristiano-asirio de Jabour que ha resistido múltiples ataques del Estado Islámico (EI, ex Isis) desde el inicio del conflicto en Siria. Ahora, la aldea ha quedado bajo la mira de soldados y mercenarios turcos vinculados a diversas facciones yihadistas.
La víctima cristiana (en la foto) murió el día de Pascua y era un combatiente asirio de 26 años llamado Zaya, miembro del Consejo de la Guardia de Khabour. Recibió un disparo durante un asalto de una milicia yihadista pro-turca. Dos semanas antes, otro combatiente cristiano resultó herido en un ataque de las fuerzas de ocupación turcas.
En tanto, las operaciones militares se multiplican en el Kurdistán iraquí, con ofensivas terrestres y aéreas en el marco de la operación "Claw Lock". El ministro turco de Defensa, Hulusi Akar, confirma que los cazas atacaron decenas de refugios, búnkeres, cuevas, túneles, depósitos de municiones y un cuartel general del PKK. Omer Celik, vocero del partido oficialista AKP, declaró: "En principio, nuestros vecinos [en referencia a Siria e Irak] deben expulsar a los grupos terroristas de su territorio por sí mismos. Pero aparentemente no son capaces de hacerlo y tenemos que proteger a nuestra gente”.
La escalada militar se produce en un momento de creciente descontento entre los turcos, por la creciente inflación y la subida de los precios, especialmente de los alimentos y la vivienda. Como ya ha ocurrido en el pasado, los propios miembros del PKK anticiparon que se produciría la operación de primavera, pero muchos consideran que el calibre de la ofensiva muestra que el gobierno intenta distraer a la opinión pública de las crecientes dificultades. Otros piensan que es una forma de avivar el malestar hacia los kurdos y el partido democrático pro-kurdo HDP, que actualmente lucha contra un posible cierre debido a las acusaciones de (presuntos) vínculos con el PKK. En una nota, un portavoz califica de "hipócrita" lanzar una ofensiva contra los civiles en el Kurdistán mientras Ankara pretende ser el mediador en la paz entre Moscú y Kiev para ganar consenso internacional.
