Obispos vietnamitas: por la paz en Asia y en el mundo, China se convierta a la Virgen de Fátima
Hanói (AsiaNews/EdA)- La política imperialista de Beijing en el mar Chino meridional, no sólo no terminaros después de la remoción de la plataforma petrolífera, sino que se han "intensificado en una modalidad inquietante". Los chinos están transformando "en una gigantesca obra" un trecho de la costa de las islas Paracels, violando "en modo gravísimo" la "soberanía de Vietnam" y "poniendo en grave peligro la paz" en la región Asia-Pacífico. Es cuánto denuncian los vértices de la Comisión episcopal Justicia y Paz de la Iglesia católica en Vietnam, en una larga carta enviada "al pueblo de Dios dentro y fuera del país" y publicada por la Eglise D´Asie (EdA). En la misiva los líderes católicos recuerdan los muchos-y graves- focos de violencia y tensión en el mundo, retomando el mensaje de la Virgen de Fátima, actual también hoy porque exalta "las virtudes de la penitencia, de la oración y del sacrificio por la transformación del mundo".
"Nusetro mundo y nuestro país, Vietnam-escriben- atraviesan hoy un período de cambios radicales, lleno de desafíos y riesgos". En el frente internacional, recuerdan ellos los conflictos de Gaza entre Palestina e Israel, en Ucrania con los separatistas rusos, las violencias del Estado islámico y una nueva edición de la guerra fría entre Rusia por un lado, EEUU y Unión europea por el otro".
Sin embrago, lo que más nos preocupa es la tensión entre "China y varios países Asean" (asociación que reúne a 10 naciones del Sudeste asiático) en el mar Oriental (o mar Chino meridional). Vietnam, escriben, no debe sólo enfrentar "el peligro de una guerra", sino que también debe "sostener una situación económica en recesión", unida a la "decadencia de los valores morales y a los cambios sociales". Por otro lado, la dignidad humana, la justicia y los derechos humanos "no son aún respetados a fondo" y, agregan, "continuamos a hacer "favores" a China, sin tener en cuenta el grito de alarma lanzado por personalidades e intelectuales compatriotas nuestros".
En un cuadro difícil, la Iglesia vietnamita se pregunta "¿Cómo es posible vivir y anunciar el Evangelio?", porque "los católicos no pueden quedarse indiferentes delante de este estado de cosas", sino que "deben dar prueba de gran patriotismo, lucidez y coraje". En una "prospectiva de fe", advierte Justicia y Paz, la respuesta a las preguntas "está contenida en el mensaje de Fátima de 1917", que exhorta a convertirse, hacer penitencia, cambiar de vida recitando el Rosario.
Y como en un tiempo fue a Rusia, hoy es China quien debe realizar el camino de "conversión", abandonado su ideología. "Nosotros debemos continuar a poner en práctica el mensaje de la Virgen, rezar por la paz en el mundo- afirman los vértices de la Comisión episcopal- para que China se convierta y para que Vietnam puedan poner raíces la paz y la justicia duraderas. Al final, los obispos auspician que "los dirigentes de nuestro país sepan conducir una política conforme a la moral tradicional de nuestro pueblo" y "los que tienen el poder en China aprendan a respetar la justicia y la paz". Beijing debe "deshacerse de la ideología de la "Gran China" y dar por finalizados los tentativos de invasión, respetando las convenciones internacionales".
