Obispos indios: incluso ante la intolerancia, hablemos de Jesús
Los desafíos de la India de hoy, pero también pasos concretos para acompañar en la fe, en el mensaje difundido por la Conferencia de Obispos de Rito Latino al término de su asamblea plenaria celebrada en Bangalore. "Basándonos en la fe común de todos los cristianos, evitemos todo fundamentalismo y contemos juntos la historia del amor, la justicia y la fraternidad humana".
Bangalore (AsiaNews) - Hace unos días concluyó en la St John's National Academy of Health Sciences de Bangalore la 34ª Asamblea Plenaria de la CCBI, la Conferencia que reúne a las 132 diócesis de rito latino de la India. El tema de los trabajos -en los que en los primeros días también intervino el cardenal Luis Antonio Tagle, pro-prefecto de la Congregación para los Obispos- fue: "Contar la historia de Jesús en nuestro contexto: el estilo sinodal". El mensaje final se difundió el 30 de enero; publicamos gran parte del mismo a continuación. En él, los obispos indios escriben que, incluso en los desafíos a los que se enfrentan hoy los cristianos en el país (entre los cuales destaca la hostilidad de los grupos fundamentalistas, que en algunos contextos, como sabemos, desemboca también en ataques violentos) "la historia de Jesús debe contarse de forma aún más valiente, creativa y auténtica", continuando con el testimonio de que "Dios ama a todos incondicionalmente".
Siendo testigo del amor de Cristo, la Iglesia de la India contribuyó sustancialmente a la construcción de la nación, especialmente con sus esfuerzos en los ámbitos de la educación, la salud y la promoción social. Fiel a las enseñanzas de Cristo, la Iglesia siempre defendió la dignidad de la persona humana, abogó por una sociedad justa, promovió la paz y la armonía, y se preocupó por los débiles, los que sufren y los sectores desfavorecidos de la sociedad.
Desde el principio, los ministros ordenados, junto con los consagrados y consagradas y apoyados hábilmente por los catequistas, sirvieron a sus comunidades dentro y fuera de la Iglesia mediante una pastoral comprometida. Los órganos de participación y las asociaciones de laicos promueven la comunión y la implicación de los miembros del cuerpo de Cristo en la misión de la Iglesia.
La Iglesia católica de la India reconoce las circunstancias cambiantes y los crecientes desafíos a los que se enfrenta, pero nunca dejó de contar la historia de Jesús. En el contexto actual identifica algunos desafíos:
- Los cambios en las condiciones sociales y el uso excesivo de las redes sociales, los teléfonos celulares e Internet ejercen una enorme presión sobre la vida armoniosa de las familias.
- Las adicciones a las drogas, el alcohol y la pornografía están arruinando la vida de muchos adultos jóvenes, causando desórdenes en las familias y la sociedad.
- La pobreza y las condiciones de vida inhumanas privan a gran parte de nuestra población de oportunidades y de una vida digna, creando incertidumbre sobre su futuro.
- Los desplazamientos masivos de población y la pérdida de derechos sobre la tierra y la pesca en nombre del desarrollo industrial y empresarial provocan migraciones forzosas, expropiaciones, pérdida de medios de subsistencia y mayor marginación.
- La codicia y los estilos de vida consumistas están erosionando la vida de fe y la centralidad de la oración.
- Algunas leyes y políticas civiles muchas veces obstaculizan seriamente los esfuerzos pastorales de la Iglesia en la India.
- El uso indebido de leyes anticonversión en algunos estados y la falsa propaganda sobre "conversiones forzadas" desalientan y obstaculizan la vida y el servicio de la comunidad cristiana. Esto cuestiona los derechos constitucionales de las minorías.
- La creciente cultura de intolerancia, del odio e incluso los ataques violentos contra los cristianos en algunos sectores es una cuestión de grave preocupación para los cristianos de la India.
En el contexto actual, la historia de Jesús debe contarse con mayor valentía, creatividad y autenticidad, recordando que la Buena Nueva debe ser proclamada "en toda ocasión favorable o desfavorable" (cf. 2 Tim 4,2). Confiados en las palabras de Jesús: "Les he dicho estas cosas para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán tribulación. Pero tengan valor: yo he vencido al mundo" (Juan 16:33), seguimos contando la historia de Jesús, con el poder del Espíritu Santo, que Dios ama a todos incondicionalmente.
Siguiendo el Camino Sinodal, debemos asegurarnos de:
- Acompañar a los jóvenes y a las familias para que se profundice en la fe, se alimente la oración en familia y se fortalezcan los lazos de comunión; además, que se promueva el respeto a la vida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
- Como abuelos, padres y ancianos, seguir transmitiendo la historia de Jesús a las nuevas generaciones.
- Como pastores y personas consagradas, tomarnos más en serio la responsabilidad de cuidar a las familias, a cada persona y a todos aquellos a quienes somos enviados.
- Promover, fomentar y apoyar las comunidades de base en todas nuestras parroquias.
- Aprovechar la ocasión de las celebraciones eucarísticas y de los sacramentos para catequizar y contar la historia de Jesús de manera significativa, de modo que las personas puedan experimentar al Señor en sus vidas.
- Solidarizarnos con los que sufren persecución, desplazamiento, discriminación y marginación.
- Hacer nuestra la misión de proteger y preservar la madre tierra (que el Papa Francisco en la encíclica Laudato Sì describió como nuestra "casa común"), empleando todos los medios a nuestro alcance para promover estilos de vida respetuosos con el medio ambiente a todos los niveles.
- Basándonos en la fe común de todos los cristianos, evitar el fundamentalismo y contar juntos la historia del amor, la justicia y la fraternidad humana.
- Unirnos a todos nuestros hermanos y hermanas, independientemente de su casta, credo y lengua, para seguir construyendo nuestra nación, basada en nuestros valores constitucionales en los que reinan soberanas la justicia, la libertad, la igualdad y la fraternidad.
- Esforzarnos por mantener el carácter no confesional de nuestra nación dando preferencia a los sectores desfavorecidos de nuestra sociedad para garantizar el desarrollo integral de todos.
Mientras avanzamos hacia la celebración del Sínodo en 2023-2024 y miramos hacia el Año Jubilar 2025, que todos nuestros esfuerzos nos ayuden a ser testigos creíbles de Jesucristo mientras seguimos compartiendo con alegría Su historia.
Con ocasión del 74º Día de la República de nuestra nación, recemos para que Dios bendiga abundantemente a nuestra Madre Patria, la India. Que María, nuestra Madre bendita, que recibió, custodió y compartió la Palabra, no cese nunca de interceder por todos sus hijos.
(Con la colaboración de Nirmala Carvalho)
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