Obispos filipinos: formación y encuentros sobre el clima en vista de la Conferencia de París

Para el presidente de la Conferencia episcopal los cambios climáticos son un tema “de justicia social”. Es necesario formar y educar promoviendo encuentros y seminarios sobre el tema. Mientras tanto se necesitan iniciativas concretas. Parroquias y Comunidades eclesiales de base (Bec) en primera línea.

Manila (AsiaNews/Cbcp)- Los cambios climáticos son un elemento de “justicia social” y por esto es necesario formar, hacer encuentros y seminarios sobre el tema; una formación pastoral sobre varios temas que el fenómeno atrae la atención, en vista de la Conferencia internacional sobre el clima programado en parís desde el 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015. Es cuánto subraya el arzobispo de Lingayen-Dagupan y presidente de la Conferencia episcopal filipina (Cbcp), mons. Sócrates b. Villegas, que anuncia el compromiso formal de los prelados en “organizar encuentros y conferencias sobre el tema”. Una iniciativa, agrega, que responde también a “los deseos del Papa Francisco” que puso justamente los temas relacionados con el clima y el ambiente al centro de su última encíclica “Laudato sí”.

El presidente de los obispos recuerda que una “participación significativa” y una “gran debate” son la “premisa esencial e indispensable” para obtener informaciones confiables y conocimientos adecuados”. “En estos campos- agrega- informarse es parte del deber moral de cada uno”.

El exhorta luego, a realizar acciones concretas en defensa del clima, dirigiéndose a las parroquias y a las Comunidades eclesiales de Base (Bec) para que promuevan reflexiones sobre el degrado ambiental y sobre los daños al ecosistema natural. “Minas, incineradores y vertederos- agrega- están entre las urgencias locales que vienen inmediatamente a la mente. En este caso la iglesia puede intervenir para influenciar a los políticos y promover ella misma iniciativas concretas”.

Los cambios climáticos son causa de problemas y sufrimientos para las naciones, comunidades e individuos. Él recuerda algunos pasos de la encíclica “Deus Caritas est” del Papa emérito Benedicto XVI, en el cual afirma que este tipo de sufrimientos piden “consolación y ayuda”. Y cuando alguno está en la necesidad, advierte el prelado, “responder no es una opción, sino una obligación”.

“La noción del bien común debe ser extendida a las generaciones futuras”, explica el presidente de los obispos. La crisis económica global hizo evidente los efectos devastadores del descuido del ambiente y de la naturaleza, de la falta de atención “hacia cuántos vendrán después de nosotros”. No es posible hablar de desarrollo sustentable, advierte, sin colocar el discurso en una cuadro de solidaridad intergeneracional. “Es un deber cristiano el de interesarse sobre la ecología y los cambios climáticos- concluye el prelado- cuales consecuencias directas del concepto moral de cuidado pastoral y de caridad cristiana”.