Obispos asiáticos en Cox’s Bazar: hay que hallar una solución para los refugiados rohinyás

Una delegación de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas visitó el campo de Ukhiya. Los prelados escucharon las historias de los desplazados e invitan a difundir en todo el mundo “la alegría de estas personas”. La iniciativa ha sido una ocasión para lanzar un mensaje en favor de la tutela del medio ambiente.

Cox’s Bazar (AsiaNews) – Una delegación de la Oficina para el desarrollo Humano (OHD) de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas (FABC) realizó una visita a Cox’s Bazar, el campo de refugiados más grande el mundo, que aloja a cuando menos 750.000 rohinyás que huyeron del país vecino, Myanmar. La visita se llevó a cabo del 11 al 17 de febrero. Una vez concluida, la delegación difundió una declaración oficial en la cual se invita “con urgencia, a la comunidad internacional, a hallar una solución diplomática a la crisis de refugiados en toda Asia”.

El objetivo de la visita era encontrarse con los migrantes, escuchar sus historias y sugerir soluciones para [impulsar] las energías renovables en el contexto asiático. El grupo estuvo guiado por el Card. Patrick D’Rozario, arzobispo de Daca y presidente de la Conferencia Episcopal de Bangladés, y por el enviado del Vaticano, Mons. George Kochery. Acompañando a los delegados provenientes de 11 países, estuvieron presentes Francis Atul Sarker, director ejecutivo de Caritas Bangladés, James Gomes, director regional de Caritas en Chattogram [ex Chittagong, ndr], y Naoko Maruyama, coordinadora regional para Asia del Departamento para migrantes y refugiados, de la Santa Sede.

El Card. D’Rozario expresa aprecio por el trabajo desarrollado por Caritas Bangladés, sobre todo, para la protección de los niños desplazados, que en el campo de Ukhiya ha creado 10 centros para la infancia, denominados “espacios amigos de los niños”. En ese sentido, Mons. Gervas Rozario, presidente de la Comisión Justicia y Paz de Bangladés, subraya: “Es admirable ver cuán duramente está trabajando el equipo, para dar a los rohinyás una vida digna y llevadera. Si miramos atrás, cuando ellos [los que huían de Myanmar] llegaron a Bangladés, se mostraban agresivos y temerosos. Ahora, en cambio, se están volviendo mucho más abiertos en lo que respecta a encarar nuevos modos de vida”.

Mons. Kochery hace referencia a la constante preocupación de Papa Francisco en relación a los desplazados. “Siempre me pregunta por ellos”. Al término de la visita, él invita: “Deberíamos difundir en todo el mundo la alegría de estas personas, en lugar de limitarnos a relatar su dolor. Ver su satisfacción y llevar esta buena noticia al mundo”. Por último, él agradece al gobierno de Bangladés, “por la generosidad y el corazón abierto [con que ha recibido] a los refugiados y les ha asegurado un sostén”.

Por último, la visita fue la ocasión para un agradecimiento a Caritas, que en este año y medio de acogida ha creado condiciones de vida más dignas para las personas desplazadas, e incluso condiciones más respetuosas del medio ambiente. Este podría ser el punto de partida, subrayan los delegados, para una renovación global en materia de recursos renovables y tecnologías ecológicas.

(Colaboró en esta nota: Nirmala Carvalho)