Obispo de Vasai: La Nostra Aetate es la vía para "el arte de vivir juntos" entre diferentes religiones
Mumbai (AsiaNews) - En Asia, "no hay otra manera de comunicarse entre sí - en la adhesión a nuestra ética, la cultura y la mentalidad asiática - si no es a través del respeto por la santidad de la vida humana. No podemos difundir las enseñanzas del Evangelio de Jesús, que es la Palabra viva, sin un profundo respeto por las demás personas. Esto significa que ‘el diálogo es indispensable'". Lo ha dicho a Asianews Mons. Felix Anthony Machado, arzobispo de Vasai (en el estado indio de Maharashtra) y presidente de la Oficina para el Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Federación de las Conferencias Episcopales de Asia (FABC), con motivo del 50avo aniversario de la declaración conciliar Nostra Aetate sobre religiones no cristianas. De acuerdo con la doctrina de la Iglesia Católica, continúa el prelado, "el respeto por la vida humana, de su dignidad inviolable, es la base del diálogo interreligioso".
La "Nostra Aetate - Declaración sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas" es uno de los 16 documentos del Concilio Vaticano II [en total se publicaron cuatro constituciones, nueve decretos y tres declaraciones - ndr] y fue publicada el 28 de octubre 1965. Antes de esa fecha, recuerda el obispo, "los estudiosos de las religiones, especialmente los cristianos, estudiaban y leían los textos sagrados de otras religiones. También hubo relaciones cordiales entre los creyentes de las diferentes religiones. Lo qué ha cambiado desde entonces es la manera como la Nostra Aetate hace a los cristianos conscientes de las razones de la reunión, la relación con las diferentes religiones". La declaración del Consejo, dice, "ha hecho la gente consciente de las características de nuestro tiempo, que es un momento en que los hombres están mucho más cerca y los lazos de amistad entre los diferentes pueblos se fortalecen".
La Nostra Aetate "fomenta una relación positiva, amistosa y constructiva entre personas de diferentes tradiciones religiosas. La Iglesia Católica enseña que el diálogo es parte de su misión evangelizadora. Si, por un lado, la Iglesia anima a los cristianos a estar abiertos al diálogo con el otro, del otro que pide permanecer radical en modo inflexible en la esencial verdad de su fe".
Mons. Machado señala, sin embargo, que hay una profunda diferencia entre el llamado de la Iglesia para promover el diálogo interreligioso y la forma en que los gobiernos fomentan la armonía religiosa, a menudo bajo el control del Estado. "No es suficiente controlar a la gente a través de las leyes", dice. Más bien es necesario promover "el arte de vivir juntos en la sociedad entre los seguidores de diferentes religiones. La religión no es sólo un asunto privado. Es, aun así, inevitablemente, una realidad pública. La religión nunca debe dejarse manipular para servir a los intereses de nadie".
Hoy más que nunca, continúa el obispo, "los cristianos viven en muchas sociedades marcadas por tensiones y conflictos entre la comunidad religiosa, que alimentan un clima de miedo y la sospecha generalizada, donde las personas se sienten abrumados por la impotencia y la resignación". En cambio, la Iglesia "anima a los cristianos a vivir su fe mediante la construcción de puentes de amistad para superar las fronteras religiosas. Invitando a los fieles de las diferentes tradiciones a trabajar juntos en todos los niveles de la sociedad, los cristianos dan testimonio de los valores del Reino de Dios como predicó Jesucristo, Señor y Salvador del mundo".
El prelado subraya la importancia de "cultivar las relaciones entre las religiones, sobre todo en tiempos de bonanza. No necesitamos esperar hasta que la crisis se haga presente. Vivir la verdad de la fe cristiana en un mundo multi-confesional es el reto a que está respondiendo de una manera encomiable la Iglesia Católica".
Entonces se plantea la función principal de la comunidad cristiana en la sociedad: "Ustedes, protagonistas activos y comprometidos a través del apostolado del mar, siendo testigos de la esperanza de [un diálogo] ecuménico e interreligioso en el ambiente que lo circunda, haga una contribución extraordinaria en el corazón la Iglesia".
Finalmente, Mons. Machado dice que cada encíclica papal, incluyendo la Laudato sì del Papa Francisco, muestra un rastro visible de Nostra Aetate como la enseñanza básica de la Iglesia. Recuerde que incluso "la primera encíclica del Papa Juan Pablo II desempeñó el globo terrestre como un mapa de varias religiones [Redemptor hominis, cap. II, párr. 11 - ndr]. Hoy la Laudato si’ sobre la doctrina ambiental de la Iglesia, centrada en el respeto y el cuidado de la creación, se ha convertido en un elemento vital de nuestro diálogo y cooperación entre los fieles".
23/12/2015