Obispo de Penang: que la devastación del medio ambiente no sea nuestro legado

Reducir, reutilizar, reciclar: monseñor Sebastián Francis llama a los católicos a "una participación personal, familiar y comunitaria en la integridad ecológica". La invitación a convertirse en "discípulos de la esperanza" en una situación que no parece tenerla.

Penang (AsiaNews) - "Todos somos responsables de la situación que enfrenta el mundo y el futuro que se desarrollará. No permitamos que la devastación sea nuestra herencia". Este es el llamado lanzado por Mons. Sebastián Francis, Obispo de Penang y presidente de la Conferencia Episcopal de Malasia, Singapur y Brunei (Bcmsb), en la carta pastoral de Adviento, que publicó ayer en la apertura del nuevo año litúrgico.

"El Adviento es un momento de espera para el regreso final del Señor, que es nuestra Esperanza y Salvación. Y parece que el mundo nunca había necesitado tal esperanza y salvación con la misma urgencia que hoy", afirma monseñor Francis con referencia a la crisis climática global y sus efectos devastadores. "El peligroso cambio climático ya está ocurriendo, advierte el obispo, pero podemos evitar el cambio climático catastrófico, a través de la participación personal, familiar y comunitaria en la integridad ecológica".

Citando la encíclica Laudato Sì, el presidente del Bcmsb se dirige a los fieles diciendo que "la Palabra de Dios nos recuerda claramente que somos responsables del cuidado de la creación como administradores y no como dueños". El obispo invita a los católicos a la "conversión ecológica" invocada por el Papa Francisco y a un cambio en su estilo de vida: "Esto significa que la verdadera transformación del mundo debe venir desde dentro de cada uno de nosotros, no desde afuera. Debemos elegir el sacrificio en lugar del deseo, compartir en lugar de codiciar y servir al bien común de toda la creación en lugar de la conveniencia. Sólo así podremos ser verdaderamente "discípulos de la esperanza" en una situación aparentemente sin esperanza".

"Invito a cada uno de ustedes a ser una sola cosa en la mente, el espíritu y la acción en esta importante misión. Sean verdaderos ciudadanos ecológicos y discípulos de la esperanza. Ama y ora constantemente por toda la creación. Deje de contaminar, reduzca el consumo excesivo de materiales [...] innecesarios, conserve el agua, ahorre electricidad y plante más árboles. REDUZCA, REUTILICE, RECICLE. Haga todo lo posible para construir un mundo justo, resiliente y ecológico desde sus hogares hasta sus comunidades, parroquias y organizaciones. Recuerda quién eres: los hijos de Dios ", concluye monseñor. Francis.