Obispo de Kurdistán: inicia la liberación de la planicie de Nínive, esperamos al Papa Francisco
Erbil (AsiaNews)- La reconquista del dique de Mosul es un primer paso importante, que marca un "cambio" en el cuadro político y militar en Irak y el inicio de la fase de "liberación" de los pueblos de la planicie de Nínive. Pero se necesitan escuadras de artificieros para "la bonificación del terreno", que los milicianos del Estado islámico han diseminado minas anti-hombres para frenar la avanzada de los peshmerga y el ejército de Bagdad. Es cuanto afirma a AsiaNews, mons Rabban Al-Qas, obispo de Amadiyah, en Kurdistán, que junto a otras diócesis está en primera línea en la obra de acogida y ayuda a las decenas de miles de fugitivos de Mosul, Qaraqosh y Ankawa. Interpelado sobre una posible visita del Papa Francisco a Kurdistán, para llevar una señal de paz a todo el país y de confortación a las víctimas de toda etnia o religión, el prelado kurdo responde enseguida: "Esperamos con alegría su venida".
Hoy las fuerzas de seguridad iraquíes han iniciado una vasta operación para expulsar a los islamistas de Tikrit, ciudad natal del ex reis Saddam Hussein. El que puedan avanzar rápidamente está obstaculizada, como está sucediendo en la planicie de Nínive, por las minas escondidas en el suelo y por las bombas que no explotaron y abandonadas en los costados de las rutas, además de los francotiradores listos para atacar. Mientras tanto continúan los ataques de la aviación estadounidense, que en los días pasados han favorecido la conquista del dique de Mosul, del 7 de agosto en manos del Estado islámico.
La ofensiva por tierra, conjunta de los peshmerga- los combatientes kurdos- y del ejército iraquí inició el 17 de agosto, favorecida por 25 ataques Usa, que han realizado por todo el fin de semana a puestos estratégicos de los jihadistas. De la zona fueron expulsados unos 500 milicianos islamistas, que replegaron hacia zonas que tienen bajo control, entre las cuales Mosul, segunda ciudad más importante del país y de junio pasado en manos del califato.
"Los peshmerga tiene miedo de avanzar-explica mons. Rabban- o entrar con decisión en la ciudad o en los pueblos conquistados a los terroristas, por las minas escondidas en el suelo. Por esto es necesario iniciar una operación de bonificación, con la ayuda de expertos y calificados". Los peshmerga, confirma el prelado, están "listos para la guerra", pero se necesitan armas y apoyo de la comunidad internacional, de modo que se logre "encerrar a los terroristas y crear un vacío a su alrededor".
El obispo de Amadiyah dice que "inició la liberación de los pueblos de la planicie de Nínive, pero para los cristianos por el momento "no es todavía posible volver a sus casas". Es necesario quitar las minas de los terrenos, y hacer que estén seguras las habitaciones, porque "hay que tener coraje de volver a casa y retomar la vida de todos los días". El objetivo, agrega el prelado, es "expulsar a los terroristas de Mosul", aunque si de Turquía llegan voces que habría 5 mil terroristas preparados para entrar a Irak y combatir la jihad. Son noticias que dan miedo. Sin embargo, los cristianos están aún vivos si bien han perdido todos los bienes materiales, no deben perder la esperanza".
En el frente humanitario, mons. Rabban refiere la decisión del Primer ministro de Kurdistán de donar 12 millones de dólares para los refugiados cristianos de la planicie de Nínive. Porr esto, la Iglesia caldea, a través de sus sacerdotes, inició el censo de los evacuados, un real "censo" de los núcleos familiares que servirá después para la distribución del dinero. "Queremos tener las estadísticas precisas- concluye el obispo- el número de las familias, cuántos son los hijos, el lugar de origen y dónde están alojados. Serán más de 36 mil los cristianos que podrán beneficiar del fondo puesto a disposición por el gobierno kurdo".