Obispo auxiliar de Manila: el Covid-19, la ‘lepra de la época moderna’; no al estigma social

Para mons. Broderick Pabillo, la pandemia de coronavirus no debe convertirse en un medio para favorecer la discriminación y el aislamiento. La marginación de los enfermos es “irresponsable y debe detenerse”. Se necesitan gestos de solidaridad hacia los contagiados. Los obispos filipinos lanzan un mes de oración: 10 Ave María para pedir por el fin de la pandemia.

Manila (AsiaNews) - El Covid-19 no debe convertirse en un medio para favorecer la discriminación o para estigmatizar, transformando el virus en algo similar a “la lepra en los tiempos de Jesús”. En aquella época, la lepra culminaba con el aislamiento y el ostracismo a nivel social. El llamamiento del obispo auxiliar de Manila, mons. Broderick Pabillo, se da a pocas semanas de haber dado positivo al test y de haberse curado. Para el prelado, la marginación de los pacientes “es irresponsable y esto debe detenerse”.

En las últimas semanas, las Filipinas registraron el mayor número de contagios entre las naciones de la región Asia-Pacífico.

Ciertamente que la lepra tiene manifestaciones externas evidentes, mientras que el coronavirus es “invisible” al ojo humano, subraya el prelado en diálogo con CbcpNews. Sin embargo, resalta, “ambos tienen el mismo efecto sobre las personas”. Como sucedía con la lepra en el pasado, hoy, con el Covid-19 “las personas infectadas son apartadas de los demás”. Se evita el contacto con ellas, y esto sucede incluso con los allegados. Y en ambos casos, hay un fuerte miedo a infectarse, en gran parte debido a la naturaleza misteriosa de la enfermedad”.

Además de tener que soportar la infección, subraya Monss. Pabillo, quien se contagia debe lidiar con un sentimiento de culpa por una presunta “falta de atención”. “Por lo tanto, en ambos casos - prosigue - hay un estigma asociado”. Por el contrario, los cristianos deben mostrar solidaridad, apoyo y cercanía hacia las personas azotadas por el nuevo coronavirus, y no marginarlas.

“Sigan los protocolos médicos - advierte el auxiliar de Manila - pero no rehúyan de los infectados. Al contrario, usen la creatividad para hacerles sentir que no son estigmatizados por la comunidad eclesiástica”. Y subraya que esto se puede hacer enviando mensajes de solidaridad y rezando por ellos. Enviando comida, vitaminas y libros para leer: estos gestos son para hacerles entender que no se los “abandona”, y que no son vistos como los leprosos de los tiempos modernos.

En tanto, la Conferencia Episcopal de las Filipinas (CBCP), con ocasión de la fiesta de la Asunción, el 15 de agosto pasado convocó a una misa de oración colectiva para pedir por la “curación” y por el fin de la pandemia. Los obispos piden a los fieles que recen todos los días “10 Ave María” puntualmente al mediodía y hasta el 15 de septiembre, fiesta de la Fiesta de la Virgen de los Dolores. Y piden orar en las escuelas católicas, en los seminarios, parroquias y comunidades.

La oración, explican los obispos, “debe ser rezada al mediodía, donde sea que te encuentres”. “Invitamos a todos a una iniciativa de oración colectiva -subraya el comunicado de la Cbcp, al dirigirse a los fieles - “para levantar el lockdown y ayudar a la recuperación de la nación. Dios siempre escucha y nada es imposible para Él”. Al mismo tiempo, los obispos piden a colegas y universidades que compartan estudios de Covid19 “recurriendo a la razón, a la ciencia y valiéndose de los preceptos de la Iglesia en materia social”.