ONU: más de 100.000 desplazados por la violencia en el estado de Kayah
Se espera un éxodo de refugiados hacia los países vecinos. Los combates se reanudan en el estado de Chin. Las condiciones de los desplazados internos son extremadamente precarias y las Naciones Unidas temen que la situación pueda empeorar.
Rangún (AsiaNews) - En el estado de Kayah podría haber una pérdida "masiva" de vidas humanas. Así lo declaró hoy Thomas Andrews, el experto de la ONU en derechos humanos y relator para Myanmar. Un comunicado de la ONU emitido ayer detalla que más de 100.000 personas han abandonado sus hogares debido al deterioro de la situación de seguridad en el sureste de Myanmar. Las condiciones de los desplazados son cada vez más precarias. El pasado 6 de junio, el Tatmadaw (el ejército birmano) atacó una iglesia católica en la misma zona.
"Los ataques brutales e indiscriminados de la Junta militar están amenazando la vida de miles de hombres, mujeres y niños en el estado de Kayah", dijo Andrews. “Si la comunidad internacional no actúa de inmediato”, añadió, "podrían producirse muertes masivas por inanición, enfermedades y exposición a la violencia a una escala que aún no hemos visto desde el golpe de Estado del primero de febrero."
Un activista, que pidió no ser identificado, explicó que no han podido llegar hasta los lugares donde permanecen muchos desplazados, incluyendo una zona al este de la ciudad de Demoso, a unos 15 km de Loikaw, capital del estado de Kayah.
"Algunas personas que están al este de Demoso tienen que sobrevivir bebiendo caldo porque no podemos entregarles sacos de arroz", explicó la fuente. Añadió que en las últimas dos semanas las autoridades militares detuvieron a tres personas que intentaban entregar ayuda a la población local.
Muchos desplazados están buscando refugio en otras comunidades, en los bosques de la región y en el vecino estado de Shan", informa la ONU: "Esta crisis podría empujar a la gente a cruzar las fronteras internacionales en busca de seguridad, como ya se ha visto en otras partes del país. Tailandia, que teme un éxodo de refugiados, ha expresado su preocupación por los combates en Myanmar.
Detrás del anonimato, un refugiado habló con Radio Free Asia (RFA) y describió la situación de los desplazados en el estado de Chin, en la frontera con la India. "Intentan atacar nuestros campamentos", explicó la fuente. "No tenemos más reservas de arroz. La temporada de lluvias está aquí y necesitamos un lugar donde refugiarnos. Dejamos nuestras casas para escapar de los combates, pero ahora tendremos que volver a huir”.
Según los datos recogidos por Displacement Monitoring Center, una ONG noruega que hace un seguimiento de la situación de las poblaciones desplazadas, hay al menos 500.000 desplazados internos en Myanmar. Desde mayo, casi 40.000 personas han abandonado el estado de Chin y 15.000 civiles cruzaron la frontera con el estado indio de Mizoram para escapar de los combates.
Un vocero de las Fuerzas de Defensa de Chin, una milicia étnica de la región, dijo a RFA que desde la semana pasada los enfrentamientos se han recrudecido en la ciudad de Mindat, donde los habitantes "luchan contra los militares con todas las armas disponibles." A 20 milicianos que fueron detenidos en una comisaría de Mindat cuando se reanudaron los combates, el 6 de junio, se les niega el alimento desde hace ya tres días.
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