07/04/2017, 11.46
IRAK
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ONU: Se requerirán 50 años y millardos de dólares para desminar el territorio de Siria e Irak

Directora de UNMAS: “Un trabajo de décadas” para limpiar las áreas contaminadas. En Irak, el gasto anual previsto para el desminado es de unos 180 millones de dólares. El primado caldeo también está a favor de restablecer la seguridad del territorio antes de proceder al retorno de las personas que huyeron. Cada año, las minas anti-hombre matan a más de 6400 personas. 

Bagdad (AsiaNews) – Para limpiar el territorio de las minas anti-hombres que han sido colocadas bajo tierra, y de las bombas sin detonar, en Siria y en Irak se requerirán cuando menos 50 años. Es lo que afirman fuentes de las Naciones Unidas, según las cuales en el subsuelo de los dos países del Oriente Medio, teatro de guerras sangrientas, se esconden trampas mortales para los civiles.   Un drama equiparable a lo que ha ocurrido en Camboya y Laos donde, todavía hoy, habiendo pasado ya medio siglo desde la guerra en Indochina, las personas arriesgan amputaciones o la muerte por los artefactos que han quedado como legado del conflicto.

Coincidiendo con la XII Jornada internacional de la ONU contra los artefactos sin explotar,  que se celebró el 4 de abril pasado,  Agnes Marcaillou resaltó que “se requerirá un trabajo de décadas” para lograr que el terreno esté nuevamente limpio. La directora del UNMAS (United Nations Mine Action Service) menciona un escenario similar al europeo “al término de la Segunda Guerra mundial”. Y aún hoy, allí, se siguen encontrando “de tanto en tanto, artefactos explosivos”

Según las cifras brindadas por la experta de las Naciones Unidas, cada año deberán gastarse entre 170 y 180 millones de dólares para “limpiar” las áreas que fueron arrancadas al Estado islámico en Irak. Entre ellas, figuran la Llanura de Nínive (donde hay varias ciudades cristianas) y Mosul, la segunda ciudad más importante del país y considerada, por largo tiempo, el bastión y la capital del denominado “Califato”.  

Marcaillou ha precisado la cifra de 50 millones de dólares, necesarios cada año para liberarse de las armas que circulan en Mosul. Hace meses que en el área opera una coalición internacional liderada por los Estados Unidos que apoya a las fuerzas iraquíes y, que ha lanzado una ofensiva para reconquistar la ciudad, que se halla en manos del Estado islámico (EI) desde hace casi tres años. En enero, las autoridades declararon la zona oriental “completamente liberada”, en tanto en el sector oeste todavía se están desarrollando enfrentamientos.  

La directora del UNMAS confirma que el trabajo destinado a restablecer la seguridad del territorio en Siria e Irak será complejo, sofisticado y de “gran envergadura”. Sin embargo, la experta de la ONU muestra optimismo, agregando que el objetivo podrá ser alcanzado en un futuro no muy lejano. “Cuanto mayores sean los fondos –explica-, más numeroso será el personal que podremos emplear” para las operaciones de limpieza de los terrenos.

El objetivo es que el gobierno iraquí pueda actuar de manera autónoma, a fin de que pueda afrontar la obra de desminado tal como hicieron en su momento los gobiernos de Londres, París y Berlín al término del conflicto mundial. Por eso, concluye Macaillou, será esencial el financiamiento de la comunidad internacional, para permitir, de esta manera, el regreso de los desplazados a sus hogares y a sus tierras.

El tema de las minas diseminadas en el territorio y de las bombas sin explotar también ha capturado la atención de la Iglesia iraquí. Al respecto, se ha referido el patriarca caldeo mar Louis Raphael Sako, que ha intervenido en reiteradas oportunidades, pidiendo que sea desminada la Llanura de Nínive y que a los refugiados cristianos (y no cristianos) se les restituyan las tierras que les pertenecen. En una carta abierta difundida en septiembre pasado, el primado caldeo subrayó que antes de reconstruir casas, iglesias y hospitales, es “esencial cumplir con la obra de desminado”.  

“Todavía hoy –agregó el prelado- habiendo pasado más de dos años desde la toma de Mosul y de parte de la Llanura de Nínive por parte de las milicias del EI […] resulta “difícil saber en qué condiciones habrán quedado los pueblos” después de la liberación. “Antes de regresar para restituir una vida nueva a nuestra queridas y amadas ciudades”, prosigue, será necesario “remover un gran obstáculo. Este obstáculo es un enemigo astuto, que está oculto bajo tierra y muchas veces incluso en los objetos de uso cotidiano”. “Hoy - concluye mar Sako - debemos afrontar seriamente la etapa post-Daesh y planificar la vuelta a la vida de esta llanura fértil y antigua”.

Según un informe de las Naciones Unidas, cada año, las minas anti-hombre matan a más de 6400 personas. En el año 2015, se calcula que, cada día, 18 personas resultaron heridas o murieron a causa de éstas, sumando en total 6460 víctimas.  Si bien el uso de las minas es limitado, han sido utilizadas sobre todo en Myanmar, Libia, Siria e Irak. 

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