ONU, conflicto sirio: organismo 'independiente' para indagar sobre 100.000 'desaparecidos'
La Asamblea General aprobó con 83 votos a favor, 11 en contra y 62 abstenciones la creación de un organismo para "echar luz"" sobre una de las heridas abiertas de la guerra. Se opusieron (además de Damasco) China, Irán y Rusia. Para el representante sirio se trata de una "injerencia" occidental. El 10º aniversario de la desaparición del padre Dall'Oglio y de los obispos ortodoxos de Alepo.
Damasco (AsiaNews) - La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la creación de un organismo "independiente" para "echar luz" sobre la suerte de al menos 100.000 personas que desaparecieron durante los años más oscuros y violentos del conflicto sirio. El visto bueno se dio ayer en la ONU a pesar del voto contrario de Damasco y la abstención de algunos países, entre ellos Líbano, y supone un punto de partida en la búsqueda de la verdad sobre una herida que sigue abierta y que afecta al destino de personas que a menudo son víctimas "colaterales" de la guerra. Entre ellas, algunas figuras destacadas de la Iglesia católica siria, como el jesuita p. Paolo dall'Oglio (a finales de julio se cumple el décimo aniversario de su desaparición) y los dos obispos ortodoxos de Alepo desaparecidos en abril de 2013.
La resolución -que se aprobó con 83 votos a favor, 11 en contra y 62 abstenciones- afirma que "tras 12 años de conflicto y violencia" en Siria, se ha avanzado "poco para aliviar el sufrimiento de las familias" proporcionándoles "respuestas sobre la suerte y el paradero de todas las personas desaparecidas". En este sentido, el organismo independiente "aclarará la suerte y el paradero" de las personas desaparecidas y "prestará el apoyo adecuado a las víctimas, los supervivientes y las familias de los desaparecidos".
Además de Damasco, se opusieron a la votación en la Asamblea Rusia, China e Irán. "Este proyecto", declaró el representante sirio ante la ONU, Bassam Sabbagh, señalando en particular a Estados Unidos, "refleja claramente una flagrante injerencia en nuestros asuntos internos y aporta nuevas pruebas del enfoque hostil que siguen algunos Estados occidentales contra Siria". El texto no especifica los procedimientos operativos que regirán su funcionamiento, cuyo "reglamento interno" deberá redactar la secretaría de la ONU en un plazo de 80 días, en cooperación con la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Sin embargo, el texto precisa que deberá garantizar "la plena participación y representación de las víctimas, los supervivientes y las familias de las personas desaparecidas" y que se guiará por un enfoque centrado en las víctimas.
"¡Una iniciativa necesaria! Las familias tienen derecho a conocer la suerte y el paradero de sus seres queridos, para ayudar a sanar a la sociedad en su conjunto", declaró en Twitter la oficina de derechos humanos de la ONU. Human Rights Watch (HRW) también valoró positivamente la votación, pero añadió que la nueva organización debe disponer de las herramientas adecuadas para realizar su trabajo. La votación de ayer se relaciona con un pedido que hizo en agosto del año pasado el secretario general Antonio Guterres, quien pidió la formación de un organismo que garantice respuestas a las familias de los desaparecidos. Un representante de los familiares había declarado que muchos ven "los vídeos que circulan (en la web y en las redes sociales) sobre las masacres, para ver si su pariente está entre los cuerpos decapitados y mutilados".
La cuestión de las desapariciones también se plantea en la Iglesia siria, que busca la verdad sobre el destino de algunas de las figuras más importantes de las que no se tienen noticias desde hace tiempo. En primer lugar, el p. Dall'Oglio, jesuita romano fundador de la comunidad de Deir Mar Musa al-Habashio, en el norte, a unos 80 kilómetros de Damasco, cuyo décimo aniversario de desaparición se celebrará dentro de poco (29 de julio). En varias ocasiones han surgido rumores sobre su estado, pero ninguno de ellos ha resultado fiable; los últimos rastros conducen a Raqqa, antiguo bastión del "Califato" en Siria. Figura carismática del diálogo interreligioso islamo-cristiano, el padre Dall'Oglio desapareció la noche del 28 al 29 de julio de 2013 después de haber penetrado en el cuartel general del Isis, donde quiso defender los valores del diálogo y la confrontación, además de pedir la liberación de varios rehenes en manos de los yihadistas.
Al jesuita romano se suman los dos obispos ortodoxos de Alepo: monseñor Yohanna Ibrahim, de la diócesis ortodoxa siria, y monseñor Boulos Yaziji, de la diócesis ortodoxa griega, de quienes no se tiene noticia desde el 22 de abril de 2013, cuando fueron secuestrados poco antes de las seis de la tarde en la localidad de Kafr Dael, a unos diez kilómetros de Alepo. Según testigos, los dos prelados estaban negociando la liberación de los sacerdotes p. Michel Kayyal y p. Maher Mahfouz, que habían sido secuestrados en febrero de ese mismo año. Cuando llegaron a un puesto de control, el coche fue flanqueado por hombres armados, posiblemente yihadistas chechenos, que dispararon y mataron al diácono que conducía. Secuestros anómalos, a los que no siguió ninguna reivindicación ni negociación para liberarlos y que se inscriben en el marco de los acontecimientos que caracterizaron la fase más sangrienta del conflicto sirio, con grupos yihadistas desplegados para exacerbar aún más la situación. En el décimo aniversario de las desapariciones, el 22 de abril, la Iglesia siria instituyó una "jornada ecuménica" por los desaparecidos, reavivando un tema delicado con la esperanza -hasta ahora vana- de obtener noticias ciertas sobre su suerte.
15/06/2021 11:11