Nuevo Vicario de Arabia: ‘fidelidad’ a la misión, con el ‘coraje’ de las monjas de Adén

de Dario Salvi

El auxiliar de Milán, monseñor Paolo Martinelli, sustituye a monseñor Hinder, que dimitió por límite de edad, en el sur de Arabia. Una mirada que "abraza a todos los cristianos" y una particular "preocupación" por Yemen. El valor "histórico" del documento sobre la Fraternidad, manteniendo su "memoria viva". Una Iglesia migrante "diferente", pero que forma parte de "un solo pueblo".

Milán (AsiaNews) - Al conocer el nombramiento, mi primer pensamiento "fue para Yemen" porque si el compromiso pastoral "abarca a todos los cristianos y a las diferentes realidades", la situación de la República y de sus habitantes, de los sacerdotes y monjas que "con valentía" se han quedado es una fuente de particular preocupación. Monseñor Paolo Martinelli, recién nombrado vicario apostólico del sur de Arabia (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen) en sustitución de monseñor Paul Hinder, que había dimitido por límite de edad, mira con admiración "a las monjas de la Madre Teresa de Calcuta" que eligieron "permanecer en la región, aun conociendo los riesgos que corrían". Sin embargo", dijo a AsiaNews, "prevaleció la fidelidad a una misión que debía llevarse a cabo con amor, con pura caridad, permaneciendo cerca de las personas discapacitadas que necesitaban su ayuda".

La referencia del prelado, desde mayo de 2014 hasta ahora auxiliar de Milán, es a la tragedia que golpeó a las monjas en Adén el 4 de marzo de 2016, cuando su hogar para ancianos y necesitados fue atacado por un grupo yihadista. En el atentado murieron cuatro monjas (foto 2) y otras 12 personas “por motivos de fe”, además del secuestro del salesiano indio p. Tom Uzhunnalil, que posteriormente fue liberado tras más de un año de prisión gracias a la mediación de Omán. “Su pensamiento -dijo Mons. Martinelli- ha sido recurrente y dominante, un espíritu que me da la fuerza para abrazar esta nueva misión. Desde el día en que se hizo oficial el nombramiento [el pasado 1 de mayo, ndr.] siempre he llevado conmigo, en un bolsillo de mi hábito, una foto del religioso".

El nuevo vicario nació en Milán el 22 de octubre de 1958 y 20 años después ingresó en los Hermanos Menores Capuchinos de la Provincia de San Carlos en Lombardía. Fue ordenado sacerdote en septiembre de 1985 y ha enseñado teología en varias universidades pontificias. El 24 de mayo de 2014 fue nombrado auxiliar de Milán y el 28 de junio del mismo año fue consagrado en la catedral de la ciudad, donde ha desempeñado numerosos cargos, entre ellos el de vicario episcopal para la vida consagrada y la pastoral escolar, así como el de delegado de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) para la vida consagrada y la salud.

En los próximos meses, tomará posesión de una Iglesia en una realidad particular, que abarca Yemen, los Emiratos y Omán, para un total de cerca de un millón de bautizados, lo que equivale al 2,3% de una población de muy amplia mayoría musulmana (suní). Los católicos son casi exclusivamente inmigrantes de Asia (Filipinas, India, Bangladesh) o África, repartidos en un territorio de más de 900.000 km2. Recogerá el testigo de Monseñor Hinder, uno de los artífices de la histórica firma conjunta del Papa (Francisco) y el Imán (de al-Azhar Al-Tayyeb) al documento sobre la “Fraternidad humana”.

Monseñor Martinelli dijo que el texto tiene un valor "histórico" y que es "tarea de los que trabajamos en la tierra" que han acogido la firma "mantener viva su memoria". Se trata de un acto "profético" generado por el encuentro "de dos hombres iluminados", que no puede permanecer aislado y extemporáneo "sino que debe mantenernos despiertos". El objetivo es "seguir profundizando en el mensaje" y poner de manifiesto "todas las implicaciones de ese gesto" a nivel cultural, social, interreligioso y económico. Es "parte integrante del carácter plural de esta tierra" y es importante "no sólo a nivel geopolítico", sino que debe ser capaz de "abarcar diferentes realidades".

El obispo ha acogido el nombramiento "con gran serenidad y entusiasmo" y está dispuesto a llevar a la nueva misión el trabajo realizado en la diócesis de Milán donde tanto el card. Scola antes, como el arzobispo Delpini hoy, "han promovido el valor del encuentro entre culturas diferentes". La capital lombarda, dice, "es un lugar extraordinario" de experiencias y personas, y ahora está llamado a "ampliar los conocimientos adquiridos hasta ahora".

También contará con la pertenencia común de los capuchinos que caracteriza a sus predecesores en la tierra de Arabia, desde Mons. Hinder hasta Mons. Giovanni Bernardo Gremoli. “De unos 70 sacerdotes en el vicariato, observó, al menos 45 proceden de la Orden de los Hermanos Menores". Durante estas semanas de preparación, una de las prioridades será profundizar en el conocimiento del territorio, de una realidad "compuesta y étnicamente muy diferente", a la cual inculcar "la conciencia de ser un solo pueblo, de formar parte de la Iglesia, de la cercanía al misterio, de la conciencia eclesial... el valor intercultural de la fe". A los cristianos de esa tierra y a los fieles del islam -concluyó- quiero enviar un mensaje de saludo, en particular a todos aquellos -sacerdotes, monjas, laicos- que actúan a nivel pastoral".