No son suficientes las intervenciones aéreas estadounidenses. Hay que salvar la convivencia islámico-cristiana e Irak
Roma (AsiaNews) -Prófugos cristianos de Mosul y Qaraqosh, acurrucados en las
iglesias (v foto.) y en las calles de Erbil; familias yazide obligadas a huir
bajo el sol abrasador del verano en el desierto de Sinjar e Irak: estas
imágenes desgarradoras están instando a la comunidad internacional para intervenir
humanitaria y militarmente, aunque lentamente.
Desde hace tres días aviones estadounidenses golpean las posiciones del
ejército islámico (ex Isis) cerca de Erbil, capital de Kurdistán, mientras
lanza suministros de alimentos y agua a los fugitivos que caminan hacia una
posible salvación.
El presidente Barack Obama ya pone las manos delante, diciendo que no habrá una
guerra de verdad, sino operaciones selectivas. El riesgo es que estas
intervenciones quirúrgicas, sin ensuciarse demasiado las manos en el crisol iraquí
avalan una situación que se presenta como un hecho, que sería terrible para los
cristianos - que Obama quiere salvar - y para todos los iraquíes.
Hoy mismo, el patriarca Louis Sako di
Baghdad ha hecho notar que los raid americanos estaán interesados en
salvar Erbil, capital de Kurdistán, y no liberar Mosul y Qaraqosh donde
cristianos, yazidis y chiitas han huido. La intervención de los aviones de
Estados Unidos parece reducir la tensión, en lugar de encontrar una solución en
contra de la crueldad y la violencia del califato islámico.
En los Estados Unidos hay quienes piensan que la intervención norteamericana
tiene como único interés la defensa de Erbil, el centro administrativo kurda
del petróleo, que produce un cuarto del petróleo de Irak. Los kurdos argumentan
que en caso de independizarse, su Estado estaría en el noveno lugar por las
reservas de petróleo en el mundo.
Acariciar la independencia del Kurdistán es una peculiaridad de los Estados
Unidos (e Israel) durante mucho tiempo. Han puesto pronto a disposición las
aeronaves, a petición de los kurdos - y no a petición del primer ministro Al
Maliki hace un mes - parece indicar un
abandono de Bagdad para fortalecer el vínculo con Erbil.
Según lo informado por las agencias, así el ministro de Asuntos Exteriores
italiano, Federica Mogherini, habló de "apoyo, incluso de tipo militar, al
gobierno kurdo".
Y es probable que también Italia está preocupada por los pozos de petróleo y
los suministros a Europa.
El problema en Irak no es salvar el Kurdistán, sino detener al ex Isis.
Sin el deseo de ver en los Estados Unidos e Italia, un egoísmo prejuiciado, me
parece si que quienes operan en Irak debe tomar en consideración algunos
elementos:
1) El mayor apoyo proviene del ejército islámico sunita y los ex miembros del
partido Baath de Saddam Hussein frustrado por las políticas exclusivistas de Al
Maliki, que se jugó el todo por el todo. Por esta razón, es urgente el
nacimiento de un gobierno de unidad nacional ..
2) Al mismo tiempo, es importante no socavar la autoridad central en Bagdad y
no reforzar la división entre chiíes, suníes y kurdos. Para ello, la oferta de
ayuda, incluidas las militares, debe pasar por Bagdad.
3) La fuerza militar del ejército islámico - con armas súper-modernas - tiene financiación
que los países occidentales, Arabia Saudí y Qatar han pagado en la llamada
"resistencia a los anti-Assad". Las mismas milicias que fueron
aprobados por el Occidente en Siria hoy son los enemigos de los cristianos,
yazidíes, los chiitas en Irak. Y sus amenazas suben finalmente a occidente.
Para terminar la conquista victoriosa de los islamistas simplemente no
financiarlos más y forzar a los aliados del Golfo no vender más armas que
Occidente tan generosamente les ha procurado.
4) Es importante no acariciar el sueño de un Oriente Medio desmoronado en
muchos pequeños estados étnico-religiosos, lo que multiplica las guerras
inter-étnicas y masacres y sobretodo dejaría intacto el Estado islámico (o
califato) que ya cuenta con pozos de petróleo y las presas y que promete una
guerra santa contra el mundo entero. Además, en este ajedrez étnico-religioso los
cristianos no tendrían patria, al ser una comunidad transversal, enraizada en
los diferentes grupos étnicos de la región.
5) Se debe ayudar a los cristianos que permanecen en Irak. Como me han siempre testimoniado
decenas de musulmanes en el Medio Oriente, su presencia es la mejor garantía
para una educación del Islam contra el fundamentalismo. No en vano, la
convivencia entre cristianos y musulmanes y la unidad de Irak son los
principios comunes tanto al patriarca caldeo de Bagdad como al Gran Ayatolá
al-Sistani.