Negociaciones entre Dusambé y Biskek por cuestiones de fronteras

de Vladimir Rozanskij

Se trata de una crisis de larga data, que se remonta a la disolución de la URSS. De los 970 km de frontera que comparten los dos países, sólo se han demarcado 519. En los últimos ocho enfrentamientos, las dos partes solo consiguieron resolver la situación de 81 km. Después de dos años, los kirguisos reabren la frontera con Kazajistán, que había permanecido cerrada por el Covid-19.

Moscú (AsiaNews) - En Dusambé, la capital de Tayikistán, comenzaron las reuniones entre topógrafos locales y kirguisos para resolver de una vez por todas el viejo problema de la demarcación de la frontera entre los dos países. Según los comunicados oficiales, la reunión se celebra en un clima “de amistad y entendimiento mutuo", y se ha redactado un protocolo sobre las condiciones que deben cumplirse, sin difundir otros detalles.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Tayikistán también anunció que la próxima reunión se celebrará en Kirguistán. El presidente del Comité de Administración de Tierras y Geodesia de Dusambé, Orif Khodžazod, dijo que "para poder completar el protocolo anterior del primero de mayo de 2021, será necesario reunirse muchas más veces".

En las últimas ocho reuniones, las dos partes solo consiguieron resolver 81 kilómetros de frontera de forma bastante fragmentaria, remontándose a documentos anteriores del primer periodo soviético de 1924-1929 y de la Comisión Mixta de 1989, cuando el Imperio de Moscú se estaba disolviendo.

La frontera entre los dos países se extiende a lo largo de 970 kilómetros, pero sólo 519 están demarcados de forma oficial. Las demás zonas, que incluyen recursos hídricos y zonas de pastoreo, siguen siendo objeto de disputa. En los últimos años también se han producido frecuentes enfrentamientos armados y escaramuzas de todo tipo entre los guardias fronterizos y los habitantes locales.

El conflicto armado más significativo tuvo lugar a finales de abril del 2021: 19 tayikos perdieron la vida y 87 resultaron heridos; los kirguisos tuvieron un saldo de 36 muertos y 154 heridos. Decenas de viviendas quedaron total o parcialmente destruidas, y las relaciones entre ambos países se mantuvieron en un estado de fuerte hostilidad recíproca.

Kirguistán había cerrado las fronteras con Kazajistán hace dos años, no por el conflicto, sino por el coronavirus. Desde el 11 de abril, el país reabrió las fronteras a los peatones, pero no a los vehículos. Como consecuencia, en el único paso fronterizo de Ak-Žol hay larguísimas colas de camiones que transportan mercancías La apertura de la frontera ha permitido el reencuentro de muchas familias mixtas kazajo-kirguisas que viven en los alrededores. En los últimos dos años, estas familias tuvieron que volar a Almaty para reunirse y luego viajar cientos de kilómetros en autobús para volver a sus hogares, con un importante gasto de tiempo y dinero.

Antes de la pandemia, por el cruce de Ak-Žol pasaban casi 1.500 vehículos y 10.000 personas al día y la cifra aumentaba a 2.500 y 35.000 durante la temporada turística. Ahora se han reabierto otros pasos importantes, como los de Čaldovar, Ken-Bulun y Tokmok, y aunque todavía no se han reanudado las conexiones ferroviarias, la vida empieza a reanudarse en las fronteras de Kirguistán.