Más de 100 años después, el Patriarcado de Moscú recupera a los rusos europeos
La mayor parte de los sacerdotes que viven en Europa han solicitado a Kirill ser acogidos. Temores ante una “normalización”. La Iglesia rusa de Inglaterra, plasmada por el famoso metropolitano Antonij de Surozh (Antony Bloom), fue aniquilada por el metropolita HiIarion (Alfeev), pese a que éste había sido discípulo de Bloom.
Moscú (AsiaNews) – La gran mayoría de los sacerdotes del exarcado ruso europeo, que en otro tiempo obedecieron a Constantinopla, han retornado a la Iglesia madre de Moscú, de la cual habían salido tras la Revolución de 1917. A tres semanas de la asamblea que rechazó oficialmente la reunificación con el patriarcado de Moscú, los sacerdotes volvieron a reunirse el 28 de septiembre pasado y han decidido seguir el ejemplo del arzobispo Ioann (Jean Renneteau), quien recibió de Moscú el nuevo título de “arzobispo de Dubninsk”.
La asamblea deliberó acerca del envío de un pedido formal de acogida, dirigido al patriarca de Moscú, Kirill (Gundjaev), solicitud que -según el comunicado patriarcal- será prontamente acogida por el Sínodo moscovita. Los rusos ya había acogido formalmente al arzobispo Ioann, a quien Constantinopla le exigió la renuncia a su título de Chariopoulis y a la guía del exarcado disuelto en el pasado mes de noviembre. A él le ha sido entregado el inédito título de “Dubninsk”, que hace referencia al río Dubna, un afluente del Volga que corre al norte de Moscú, lugar donde en 1941 el ejército soviético logró detener la invasión nazi, que estaba a punto de invadir la capital. En recuerdo de aquella heroica resistencia, en 1956 se fundó la ciudad de Dubna, de la cual Ioann es actualmente el obispo titular. El exarcado anti-soviético de otrora, hoy deviene símbolo de la resistencia rusa anti-griega y anti-occidental.
En la decisión sinodal de acoger a Ioann, emitida el 14 de septiembre (en horas de la noche del mismo día en que se recibió la solicitud), se afirma que Moscú “también está dispuesta a volver a tomar consigo las parroquias europeas de tradición rusa que así lo deseen, teniendo en cuenta las particularidades históricas de su formación y organización, así como sus tradiciones litúrgicas y pastorales, establecidas en su origen por el metropolitano Evlogij en el contexto de la Europa occidental, en que el exarcado se formó”. La gran Ortodoxia “democrática” e iluminada por la emigración rusa se basaba en las decisiones del Concilio de Moscú de 1917, en el cual Evlogij mismo había participado antes del exilio y de la catástrofe revolucionaria, que procedió a cancelar todas las reformas aprobadas, salvo la restauración del patriarcado.
Hasta qué punto Moscú será capaz de respetar las características de los rusos europeos, es algo que solo el tiempo habrá de testimoniar. Un ejemplo inquietante es el de la Iglesia rusa de Inglaterra, plasmada por el famoso metropolitano Antonij de Surozh (Antony Bloom), un espléndido ejemplo de ortodoxia integrada al mundo occidental y anglosajón. Tras la muerte de Antonij, ésta fue completamente aniquilada y “normalizada” por el enviado de Moscú, el metropolitano Hilarion (Alfeev), pese a que él había sido discípulo de Bloom. Hilario es quien preside actualmente el departamento de relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú.
En las 10 regiones europeas, hay cerca de 100 iglesias participando de esta transición. Un ejemplo: la catedral de San Aleksandr Nevskij en la rue Darue, en París, sede histórica del exarcado, a principios de septiembre fue confiada al Padre Aleksij Struve, uno de los sacerdotes más autorizados del grupo, y él había expresado muchas dudas con respecto al pasaje a Moscú. Quien está trabajando intensamente en las agrupación de las parroquias es el metropolitano de París, Antonij (Sevrjuk), exarca de Moscú para Europa occidental, uno de los jerarcas más cercanos al patriarca Kirill, de quien fue secretario personal. En mayo de este año, Antonij sustituyó al metropolitano Ioann (Roscin), designado en París el 27 de diciembre pasado y considerado demasiado complaciente. Antonij fue la verdadera “eminencia gris”, es decir, quien movió los hilos de la asamblea del 28 de septiembre.
De todos modos, el arzobispo Ioann ha continuado celebrando en estos días en la catedral parisina, mencionando al patriarca Kirill en lugar de Bartolomé de Constantinopla. Varios sacerdotes ya han formalizado personalmente su pasaje a Moscú, e incluso algunos han firmado la “carta abierta” de los sacerdotes ortodoxos en defensa de los manifestantes de Moscú, injustamente encarcelados. Entre ellos figura el Padre Vladimir Zelinskij, un párroco ruso de Brescia y ex exponente del disenso religioso en el último período soviético, antes de convertirse en sacerdote emigrado a Italia.
Las parroquias y los sacerdotes que no acepten pasar a Moscú permanecerán bajo la jurisdicción de Constantinopla: formalmente, el arzobispado “ex-ruso” queda bajo la guía del metropolita de Galia, Emmanuil (Adamakis). Por otro lado, algunas iglesias ya se han pasado al patriarcado de Rumania: de hecho, muchos fieles son de etnia mixta, ruso-moldava.
04/09/2019 16:33
05/10/2019 13:13
10/09/2019 10:30
27/02/2019 12:18
06/02/2019 09:28