Multitudinaria protesta en Tiflis. Los obispos también piden la liberación de Saakashvili

de Vladimir Rozanskij

Casi 50.000 personas se manifiestan en apoyo del ex presidente encarcelado por cargos de corrupción tras su regreso del exilio ucraniano. "Mijeíl lleva días en huelga de hambre. El Patriarcado pide la liberación de Saakashvili y aboga por la reconciliación política entre todas las partes.

Tiflis (AsiaNews) - En la capital de Georgia se desplegó una gran manifestación en apoyo de Mijeíl Saakashvili. Las autoridades georgianas encarcelaron al ex presidente, que estaba incriminado antes de su regreso al país, el 2 de octubre, coincidiendo con las elecciones parlamentarias. El 14 de octubre salieron a las calles miles de simpatizantes del fundador del partido prooccidental Movimiento Nacional, que no consiguió desbancar a los filo-rusos de Sueño Georgiano, actualmente en el poder.

Según los medios de comunicación, hubo al menos 50.000 manifestantes reclamando la liberación del popular político. Saakashvili pasó los últimos años exiliado en Ucrania, donde también obtuvo la ciudadanía y participó en la vida política, sirviendo durante un mandato como gobernador de la región de Odessa. Entre la multitud había pancartas que decían "Libertad para Miša" y "No a la persecución política". El principal colaborador de Saakashvili y actual líder del Movimiento Nacional, Nico Melia, leyó un mensaje del ex presidente en el que pedía a todas las fuerzas de la oposición que se unieran y votaran el 30 de octubre a los candidatos que siguen en juego para el balotaje.

Saakashvili está acusado de cometer abusos durante su presidencia, y ahora también incriminado por cruzar ilegalmente la frontera con Georgia, escondido en el remolque de una camioneta. En la cárcel de Tiflis, el político inició una huelga de hambre a modo de protesta, que ya dura 13 días. El 11 de octubre circularon rumores sobre un repentino deterioro de su estado de salud y una multitud se reunió cerca de los muros de la prisión donde está recluido.

Las autoridades penitenciarias intentaron tranquilizar a la gente con una declaración en la que aseguran que las condiciones del detenido son normales, lo que fue confirmado por las visitas posteriores de los familiares y de su abogado. El político estaría decidido a hacer valer sus razones. El 15 de octubre, la ministra de Justicia, Rati Bregadze, de acuerdo con la ministra de Sanidad, Ekaterina Tikaradze, y con representantes del Parlamento, nombró una comisión de cuatro médicos que trabajarán coordinadamente con el médico personal del detenido para controlar su estado de salud.

Varios obispos ortodoxos, miembros del Sínodo del Patriarcado de Georgia firmaron la petición del Movimiento Nacional pidiendo la liberación del ex jefe de Estado. Según Interfax, también adhirieron líderes religiosos como el metropolitano de Akhalkala Nikolaj (Pačuašvili), el obispo de Margveti Melchisedek (Khačidze) y el metropolitano de Bansk Antonij (Bulukhia).

El metropolitano Nikolaj también hizo una declaración a los periodistas, en la que dijo que "no hay hombres sin pecado, y los actuales jefes de gobierno no deben retener por la fuerza a los líderes de Estado del mandato anterior", porque en su opinión "el país no podrá crecer si cada nuevo líder detiene a su predecesor". Tras reunirse con el ex presidente en la cárcel, Nikolai dijo que esperaba que "tras la liberación de Saakashvili, comience una nueva era en la historia de Georgia, cuando los políticos del pasado y del presente puedan encontrar un lenguaje común y abandonar la retórica del odio, para vivir la reconciliación en el mutuo perdón cristiano".

El metropolitano Antonij también intervino para sugerir que Saakashvili permanezca bajo arresto domiciliario hasta la conclusión de los juicios contra él. La petición ya ha sido firmada por más de 11.000 personas, entre ellas muchos protagonistas de la cultura y del mundo laboral; otros grupos están presentando peticiones similares para exigir la liberación del político.

El Primer Ministro, Iraklij Garibashvili, se mostró "muy apenado por el circo mediático creado en torno al regreso de Saakashvili, que solo sirve para elevar la temperatura de la confrontación social antes de la segunda vuelta de las elecciones, en la que la oposición está condenada a perder sin atenuantes". Por eso dicen que está enfermo, pero en realidad come medio kilo de miel al día". Un opositor, Eki Kherkheulidze, acusó al primer ministro de orquestar nuevas manipulaciones, tras visitar al ex presidente en una celda y constatar que solo toma una taza de té al día "con una sola cucharadita de miel".

Las disputas sobre el ayuno, como bien observan varios comentaristas, le permiten a Saakashvili “trocar su imponente tamaño físico por el crecimiento de su peso político”. De esta manera, no solamente logra influir en la convocatoria electoral, sino también llamar la atención de toda la sociedad, y en cierto modo pone en jaque al régimen del Sueño Georgiano. Llegado este punto, solo un acto de gracia de la presidente Salomé Zurabishvili puede aplacar el clamor por la detención de su predecesor, y evitar que sea elevado a héroe nacional.