Mujeres y sinodalidad en la misión de la Iglesia en el Golfo

El Vicariato de Arabia del Norte promovió un evento de dos días sobre el tema, con la participación de personalidades vaticanas y religiosas de Asia. Sor Milagros Sandoval: una experiencia «estimulante» y llena de «desafíos». Monseñor Berardi: las mujeres son «esenciales» para la «prosperidad de la misión». En tiempos «de oscuridad» este encuentro se convierte en «luz de esperanza».

Manama (AsiaNews) - Una experiencia «estimulante» y, al mismo tiempo, llena de «desafíos» para delinear el papel de la mujer en una Iglesia cada vez más sinodal y en el contexto de la sociedad árabe y del Golfo. Así lo subrayó la hermana Milagros Sandoval, religiosa filipina de la congregación de las Hermanas Siervas del Espíritu Santo (SSpS), al intervenir en el encuentro de dos días promovido por el Vicariato de Arabia del Norte bajo el lema: «Discipulado femenino y participación en una Iglesia sinodal en misión». Una reflexión en la que exploró el tema desde una perspectiva misionera y espiritual, centrándose en las «posibilidades y oportunidades abiertas a las mujeres» en Bahrein y su «contribución» a la «vida» y «misión» de la Iglesia local.

«En conversaciones informales e intercambios de trabajo con mujeres bahreiníes, surge que un gran número», continúa la monja, “están activamente implicadas en sus diversos ministerios”. En particular, «como catequistas, en las celebraciones eucarísticas (como ministros de la Eucaristía y lectores), y en la visita a personas en las cárceles y centros de detención». «En estos tiempos de oscuridad, división y conflicto en todas las formas de sociedad, el programa para mujeres del Vicariato Norte (Avona)», concluye, “es luz y esperanza para la gente”, así como un medio para realzar su presencia.

El acto se celebró a finales de noviembre en Bahréin por iniciativa del Vicario Apostólico de Arabia del Norte, monseñor Aldo Berardi, sacerdote de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Esclavos, que lleva casi dos años al frente de un territorio que incluye también Kuwait, Qatar y Arabia Saudí. Con el prelado y la monja intervinieron también Pascale Debbane, responsable de la sección de emigrantes y refugiados del Dicasterio vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, y el padre Joseph Savarimuthu, del mismo dicasterio.

Los dos días de encuentros y deliberaciones se celebraron en la Parroquia del Sagrado Corazón y en la Catedral de Nuestra Señora de Arabia, con el objetivo de empoderar a las mujeres dentro de la Iglesia e inspirar su participación activa en las misiones eclesiásticas. En su discurso, el Vicario de Arabia, que fue el primero en apoyar la iniciativa, recordó que «las mujeres no sólo son parte integrante de nuestras comunidades de fe, sino que también son esenciales para la prosperidad de la misión de nuestra Iglesia». Y este encuentro -continuó monseñor Berardi- es un testimonio de nuestro compromiso para garantizar su plena participación».

Pascale Debbane se explayó sobre la visión «más amplia» de la sinodalidad y el papel «significativo» que pueden desempeñar las mujeres a la hora de «dar forma a la misión y la dirección» de la Iglesia. El programa fue acogido con entusiasmo y generó animados debates sobre las formas de integrar más a las mujeres en los procesos de toma de decisiones y mejorar su visibilidad en las doctrinas y prácticas de la Iglesia.

Al concluir el acto, se subrayó el compromiso de las mujeres del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte de «comprometerse a fomentar el diálogo, promover la educación y apoyar iniciativas que eleven el papel de la mujer en la Iglesia». «El éxito de este programa», concluyen los promotores, “marca un paso significativo hacia el empoderamiento de las mujeres en su camino espiritual y misionero”.