Moscú: la suba de precios golpea a las familias numerosas

de Vladimir Rozanskij

Azotadas por la pandemia, se ven obligadas a limitar su dieta: consumen pan y patatas. La alimentación de los niños es insuficiente. La ayuda del Estado resulta inadecuada. El endeudamiento alcanza niveles récord, por el aumento de los créditos al consumo.

Moscú (AsiaNews) – Los productores de pan estiman que los precios subirán entre un 7 y un 12% en agosto debido al aumento del costo de las materias primas. Así lo informó Kommersant, basándose en los datos de la red comercial Vernyj y de varios operadores del sector. Un problema para las familias rusas, que ya atraviesan dificultades debido a la pandemia.

Los precios de todos los ingredientes necesarios para fabricar pan siguen subiendo, aunque el coste del alimento básico se haya mantenido fijo hasta ahora, como explica el presidente de la Unión Rusa de Panaderos, Aleksej Ljalin. Según el sindicalista, el precio de la margarina ha subido un 38%; el del azúcar, un 9% y el del material de embalaje, un 26%.

Rustam Ajdiev es el director ejecutivo del Sindicato Nacional de Panaderos, y también alerta sobre la falta de personal en el sector, que ha obligado a aumentar los salarios de quienes trabajan en la industria. El Ministerio de Agricultura informa que los precios de los productores de pan se mantienen estables, a pesar de que los costos de producción han aumentado más de un 6% en el último año. A pesar de ello, asegura que no faltarán medidas de apoyo a los productores para mantener estable el precio del pan.

Luego de un 2020 catastrófico, los precios de los alimentos son cada vez menos asequibles para las familias. Como escribe Anastasia Baškatova en Nezavisimaja Gazeta, "cuando nace un tercer hijo, la gente se ve obligada a limitar su dieta a pan y patatas". El gobierno había prometido tomar medidas contundentes para ayudar a las familias numerosas, pero hasta ahora estas promesas no han dado resultados significativos. Según el instituto de Estadísticas Rosstat, el consumo de verduras, frutas, pescado y productos lácteos se ha desplomado en el caso de las familias numerosas. Estos hogares ahora limitan su dieta y recurren al pan y los productos lácteos, junto con las patatas. En general, la alimentación de los niños rusos resulta insuficiente, pero la calidad es muy inferior a la de años anteriores.

El representante del proyecto social Humanity, Andrej Loboda, agrega que muchas veces las familias rusas se ven obligadas a cortar todo tipo de gastos e incluso los servicios para no reducir las raciones alimentarias de sus hijos. La viceprimer ministro Tatjana Golikova precisó que el 80% de los ciudadanos rusos al borde de la pobreza está constituido por familias numerosas. “No tenemos la capacidad para resolver este problema en lo inmediato, pero debemos salir de esta situación de alguna manera”, dijo Golikova. En las últimas semanas, el Consejo de ministros aprobó una ayuda de 10.000 rublos (poco más de 120 euros) que será otorgada por única vez a las familias con hijos en edad escolar -de entre 6 y 18 años-, y para aquellas con hijos mayores de edad (con problemas de salud), para permitirles asistir a la escuela.

Se tomarán medidas especiales para sostener a las mujeres que cursan un embarazo, y la ayuda se extenderá hasta el momento del parto. También se brindarán medidas de apoyo para criar a los niños hasta los 3 años de edad. En el caso de las familias monoparentales, las medidas de apoyo también se aplicarán para aquellas con niños de 3 a 7, y de 8 a 17 años, según fue anunciado por el ministro de Trabajo, Anton Kotjakov. Sin embargo, todas estas medidas podrían resultar poco efectivas, debido a la suba de los precios. Este otoño, se esperan aumentos de entre el 10 y el 15%, incluso para la ropa y el calzado. Se estima que la suba de precios superará el 20% a principios de 2022, en parte debido al debilitamiento del rublo en los mercados internacionales

Al mismo tiempo, los créditos al consumo están alcanzando niveles récord, con un endeudamiento cercano a los 300.000 rublos per cápita, lo cual representa un incremento del 42% con respecto a 2019. Los datos fueron publicados en una investigación de la Oficina Nacional de Historial de Crédito, cuyos analistas ilustran el destino de los créditos concedidos a los ciudadanos por parte de bancos y otras entidades financieras. En 2021, los rusos trataron de compensar con nuevos créditos la deuda acumulada por los retrasos en los pagos del año pasado, debido a la pandemia. Las cifras revelan que el endeudamiento de los ciudadanos es un fenómeno extendido en todas las regiones de la Federación Rusa, de forma más o menos similar.

Desde el mes de julio, el Banco Central de Rusia ha endurecido las reglas para el otorgamiento de créditos al consumo, en comparación con el periodo anterior a la crisis. Las medidas apuntan a evitar las "burbujas" excesivas en los mercados y prevenir posibles colapsos. En la memoria rusa sigue bien presente la catástrofe de las pirámides crediticias de 1998, la crisis que obligó a Boris Yeltsyn a dejar el gobierno, transfiriendo plenos poderes a Putin.