Moscú consagró la iglesia de la Victoria en un clima lúgubre; deniegan iglesia a los católicos

de Vladimir Rozanskij

La iglesia, que contenía un mosaico de Stalin y un fresco de Putin, fue consagrada en un clima de cuasi-silencio. Incluso estuvo ausente Putin. La iglesia de Kírov, secuestrada por los bolcheviques y luego transformada en clínica veterinaria, fue confirmada como sala de orquesta.

Moscú (AsiaNews) - En la Rusia perseguida por el Covid-19, el patriarca de Moscú, Kirrill (Gundjaev) consagró ayer la polémica catedral de la Victoria en el parque “Patriot” de Moscú. El hecho despertó cierta sorpresa, ya que la ceremonia había sido anunciada para el 22 de junio, pero quizás Kirill haya querido distanciarse de los desfiles como preparación para el 24. Además, la ausencia de Putin en la liturgia de consagración fue comprendida como una forma de “distanciamiento de las jerarquías eclesiásticas. En la fase de cuarentena, los obispos, monjes y curas han sufrido muchas críticas de los dirigentes políticos y de gran parte de la población, por las conductas incoherentes respecto al modo de afrontar la epidemia.

El presidente Putin está concentrado en el desfile que conmemora los 75 años de la Victoria, que seguramente tendrá lugar en Moscú, pero no así en otras ciudades; los alcaldes y gobernadores regionales temen una ulterior difusión del virus que continúa segando víctimas, con nuevos casos positivos, a un ritmo de entre 8.000 y 9.000 por día. De hecho, el mismísimo alcalde de Moscú, Sergej Sobjanin, ha aconsejado a los ciudadanos de la capital que eviten acudir al desfile.

En tanto, continúan los decesos entre el clero ortodoxo. En la región de Kursk, en el sur de la Rusia europea, falleció de coronavirus el sacerdote Aleksandr Maskanov (foto 2). En la diócesis, se han registrado otras muertes en las últimas semanas. El Padre Aleksandr, de 52 años, era el párroco de la iglesia de San Jorge Mártir, en la localidad de Maloe Soldatskoeye y - tal como fue informado en una declaración diocesana - “era un pastor celoso, que amaba a sus feligreses y era correspondiendo por todos con el mismo afecto”. Pocos días antes, también dejó este mundo el obispo de Zheleznogorsk, Venjamin (Korolev, foto 1), de 54 años, que provenía del monasterio de la Virgen del Signo, situado en la ciudad de Kursk. El prelado desempeñaba un importante rol en el diálogo intereclesial del Patriarcado de Moscú.

Una iglesia para la orquesta

En tanto, los católicos recibieron la negativa rotunda en cuanto a la restitución de la iglesia de la ciudad de Kírov (en el noreste de la Rusia europea). Los católicos de Kírov llevaban años reclamando la restitución de la iglesia de Alejandro y del Sagrado Corazón de Jesús (foto 3), la iglesia católica más importante de la región de Vjatka. El Tribunal de Arbitraje, al fallar en última instancia, se negó a devolver la iglesia a los fieles, para ponerla a disposición de la orquesta de cámara local, que la utiliza desde los tiempos soviéticos. “El milagro no se produjo, lamentablemente”, comentó Jan Chebotarev, abogado y activista por los derechos humanos, que siguió la causa en nombre de la comunidad católica. Cabe marcar que los motivos de la negativa aún no han sido difundidos públicamente.

La iglesia, de un estilo mayormente ecléctico, fue construida en el año 1903, luego de varios intentos de los católicos de Kirov de lograr hacerse de un lugar de culto. El templo fue dedicado al zar Alejandro III, muerto pocos años antes y gracias a quien se obtuvieron los permisos de construcción. El edificio goza del estatus de “objeto de herencia cultural del pueblo ruso” a nivel regional. Los católicos locales provienen de familias de origen polaco, pero también de otras etnias, que fueron deportadas a fines del siglo XIX, y que luego se refugiaron en Kírov durante la Primera Guerra mundial. La iglesia fue clausurada en 1933 y luego transformada en clínica veterinaria. En 1937 murió en Kírov el exarca de los católicos rusos de rito oriental, el beato Leonid Fedorov, luego de años de confinamiento en campos de concentración. El último párroco de la iglesia fue el Padre Franzisk Budris, fusilado en 1938.

Como consecuencia, la comunidad local se verá obligada a seguir reuniéndose en un local acondicionado para las celebraciones y quizás obtenga la iglesia para Navidad y Pascua, como ya sucedió en ocasiones anteriores, pero no hay garantías al respecto. Cada vez, deberán sortear la contrariedad de los directores de la orquesta.