Mons. Pizzaballa: decenas de miles de fieles y peregrinos visitan Jerusalén para Pascua
El administrador apostólico habla del clima de fiesta vivido durante el Domingo de Ramos. “Una “fuerte participación” y un clima de “comunión” por la cercanía de las festividades ortodoxas. Después de años de crisis, vuelven a crecer las peregrinaciones. La oración de los cristianos para que “se terminen las migraciones y los conflictos”.
Jerusalén (AsiaNews)- “Decenas de miles de fieles” han celebrado ayer el Domingo de Ramos, “no sólo los peregrinos, sino también muchos residentes locales provenientes de los diversos territorios que componen la diócesis”. “Quizás éste es el único momento en que los cristianos se encuentran” y ha sido una ocasión de “fiesta, inaugurando con una participación masiva” los ritos y las funciones de Semana Santa. Es cuanto narra a AsiaNews, Mons Pierbattista Pizzaballa, administrador apostólico del Patriarcado de Jerusalén de los latinos, que confirma un clima de “fuerte participación, también debido a la cercanía de las festividades ortodoxas, que caen una semana después que las católicas”.
Lo que también alimenta el clima de comunión y de fiesta, “que se siente en todas las comunidades parroquiales”, prosigue el prelado, es “el número de peregrinos, que está en continuo crecimiento, en comparación con el pasado", cuando se había registrado una caída preocupante. No sólo para testimoniar la cercanía con el corazón del cristianismo, sino también para alimentar una de las principales formas de sustento de las comunidades locales, cuyo 30% vive justamente de las peregrinaciones.
“Ya en 2017 -confirma Mons. Pizzaballa- se registró que se había duplicado la presencia [en las peregrinaciones] en comparación al año anterior. En estos primeros meses de 2018 el dato vinculado a los peregrinos es incluso superior. Por lo tanto, desde este punto de vista, se puede afirmar que la situación mejoró mucho y esto es un elemento de alivio”, después de un período oscuro.
Uno de los motivos que ha llevado al aumento de la afluencia, prosigue el prelado, es, por un lado “la liberación de los cielos por parte de Israel, que permitió a muchos compañías low-cost poder volar desde todo el mundo, pero especialmente de Asia. Y luego, ya desde hace mucho tiempo que las crónicas han dejado de mencionar la Tierra Santa, y esto ha contribuido a brindar alivio en relación al clima de miedo en torno a las peregrinaciones”.
El 24 de junio de 2016 el ex custodio de Tierra Santa fue nombrado Adminstrador Apostólico del patriarcado de Jerusalén de los latinos, cuya sede había quedado vacante tras la renuncia -por haber alcanzado el límite de edad- del patriarca Fouad Twal. El arzobispo, de 52 años (cumplirá 53 el próximo mes de abril) recibió la consagración episcopal el 10 de setiembre de 2016 en la catedral de Bérgamo (Italia), su diócesis natal.
El prelado trabaja en Tierra Santa desde 1999 y en mayo de 2004, fue elegido como custodio. El 22 de marzo de 2010 lo nombraron para un segundo mandato. En 2013 fue postulado para un ulterior trienio. Su cargo se concluyó en 2016. Es un fino conocedor de la cultura judía, también enseñó hebreo bíblico en la Facultad franciscana de ciencias bíblicas y arqueológicas de Jerusalén y tiene muchas relaciones con destacadas personalidades judías israelíes.
Este año “no hay situaciones particulares que nos preocupen”, prosigue Mons. Pizzaballa y “lo que deseamos es poder vivir las fiestas en un clima tranquilo y con participación”. Los problemas políticos y sociales siguen estando, la cuestión israelí-palestina “reviste siempre actualidad” y el enfrentamiento con la dirigencia de Israel en torno a los impuestos que llevó a la clausura del Santo Sepulcro ha quedado en “suspenso”. Por lo tanto, por ahora, el objetivo es “celebrar de la mejor manera posible los ritos de la Pascua”.
El deseo más grande de los cristianos (poco más del 1% en Tierra Santa, una presencia en riesgo a causa de la masiva emigración, que ha involucrado a la región medio-oriental entera) “es que termine esta situación de conflicto y de espera”. Las oraciones y las invocaciones están orientadas al pedido “de poder vivir más serenamente, como ciudadanos y junto a los demás ciudadanos que componen el país. En este sentido es positiva la participación, también para este año, de un cierto número de fieles provenientes de la Franja de Gaza”, que deben previamente recibir un permiso de las autoridades de Israel para dirigirse a Jerusalén. “La presencia cristiana está en riesgo -afirma el administrador apostólico- y es necesario continuar trabajando para asegurar un futuro, ya sea favoreciendo las iniciativas sociales y económicas, o bien potenciando la formación y la educación, apoyando a las escuelas cristianas como puntos privilegiados de encuentro y confrontación”.
En ocasión de la Pascua, concluye Mons. Pizzaballa, renuevo la invitación a los cristianos de todo el mundo, pero sobre todo, de Occidente, a venir a Tierra Santa y vivir la experiencia de una comunidad reconciliada por la muerte y resurrección de Cristo. Aquí no hay nada de la experiencia humana que no pueda ser tocado por Su amor. También para esto es necesario continuar rezando y obrando por la paz, aunque no veamos resultados en brevem a causa de la política ausente”. (DS)
17/12/2016 13:14