Mons. Destombes, un pastor que rezaba con el Evangelio en lengua khmer y que amaba al pueblo camboyano
Para el padre Legnani, sacerdote del PIME que vivió en Camboya durante 20 años, el ex vicario “abrazó el destino” del país, “viviendo en contacto con la gente”. Una persona “extremadamente simple” y “feliz de estar en contacto con su gente”. Las exequias, celebradas por su sucesor, Mons. Schmitthaeusler. En su homilía, el vicario recordó su “confianza en Dios y en el hombre”
Phnom Penh (AsiaNews) - “Abrazó el destino de Camboya, viviendo en contacto con la gente. Supo ser un hombre de Dios para los demás, un verdadero pastor para su pueblo, construyendo al mismo tiempo una hermosa relación con nosotros, los misioneros”. En conversaciones con AsiaNews, el Padre Franco Legnani, sacerdote del Pontificio Instituto de las Misiones Extranjeras (PIME) describe así a Mons. Emile Destombes, vicario apostólico de Phnom Penh entre los años 2001 y 2010, que falleció el 28 de enero pasado a la edad de 80 años- El Padre Legnani, quien actualmente está en Roma como rector de la Casa general del PIME, vivió en dicho país asiático durante 20 años y conoció de cerca al ex vicario apostólico. Fue uno de los primeros en regresar al país luego de las atrocidades cometidas por los Khmer rojos, y agrega: “como él conocía muy bien la lengua khmer, comenzó a buscar por las calles y rutas a los cristianos amedrentados, que se habían dispersado a raíz de las persecuciones de Pol Pot”.
Las exequias de Mons. Destombes se celebraron el sábado 30 de enero; presidió la misa el actual vicario apostólico, Mons. Olivier Schmitthaeusler, quien en la homilía subrayó “la confianza en Dios y en el hombre” que siempre caracterizó a su predecesor. Una confianza en el prójimo que la violencia de los Khmer rojos nunca pudo dañar. Es más, él pudo vivir en primera fila la tragedia “de un pueblo que lo había adoptado y al cual él había decidido donar generosamente su propia vida”.
Mons. Olivier recordó una frase que el ex vicario solía repetir en los días en que los sanguinarios revolucionarios maoístas, guiados por Pol Pot, hacían su ingreso en la capital: “Nosotros nos quedamos, pase lo que pase”. Una fe cultivada y sostenida por la oración, en particular, la de Charles de Foucauld “que amaba recitar, cada día” y que llenó sus últimas jornadas “a medida que su salud se iba deteriorando lentamente”.
Siguiendo el ejemplo de San Pablo, él supo transformar la Iglesia camboyana en una realidad “misionera” y permitió que la misma “se arraigase” no obstante las persecuciones, la violencia, las masacres. “Mons. Emile sirvió a Camboya y a su Iglesia con alegría y sentido del humor –agregó Mons. Olivier- viviendo la misión como un servicio”.
Palabras con las que acuerda el Padre Legnani, para quien Mons. Destombes dejó una gran herencia a la Iglesia camboyana: “El deseo que tenía en el corazón era el de una fe que tuviese el rostro de Camboya –cuenta- , llevar la salvación y la esperanza del Evangelio a la vida de la gente camboyana. Tenía un corazón de pastor, que alimentaba con amor y afecto a su gente. Lo recuerdo de manera particular en una foto como obispo, con la mitra y el cayado, el rostro contento… ¡él era feliz!” Y el obispo deja a los fieles este “ánimo suyo de pastor”, este ser “misionero que ama a su gente, que tiene un corazón como el de Jesús…se puede decir que él supo fundir en sí el corazón de Jesús y el corazón de un camboyano”.
“Mons. Destombes era de una simplicidad extrema –recuerda el misionero del PIME, que estuvo entre los primeros que partieron rumbo a Camboya –que vivía en una pequeña habitación colmada de libros; sobre el escritorio tenía siempre una vela y un ejemplar del Evangelio en Lengua Khmer. Amaba leer, rezar, meditar el Evangelio en la lengua local. Este aspecto suyo me conmovía mucho, porque normalmente los misioneros tienen una Biblia en su lengua nativa. En cambio, él usaba un Evangelio en lengua khmer para poder seguir abrazando cada vez más a su gente” Trabajando en estrecho contacto con él, concluye el Padre Legnani, “vi en ese hombre un corazón de pastor, siempre contento, sereno, feliz de estar en contacto con su gente”.
29/01/2016 11:49