Michael Yeung, nuevo obispo de Hong Kong, se encuentra con los periodistas
El recuerdo conmovido para Liu Xiaobo. La “desgraciada” elección de Beijing por la masacre de Tienanmen. Pero las prioridades de la diócesis son los ancianos y los jóvenes. Ser Iglesia es ser “puente” en las relaciones entre Beijing y la Santa sede.
Hong Kong (AsiaNews)- Libertad, derechos humanos, tensiones con el gobierno local, las relaciones entre China y Vaticano, los derechos de los gay: son los temas y las preguntas han sido dirigidas a Mons. Michael Yeung, el día después de su nombramiento oficial como obispo ordinario de Hong Kong.
En la conferencia de prensa realizada en la sede del centro diocesano, cerca de la catedral, a las preguntas de tipo más o menos político, Mons. Michael Yeung respondió subrayando que sus prioridades son el ocuparse de los pobres y de los abandonados.
“Nuestros ancianos-dijo- necesitan ser tratados con dignidad y valorizados… Debemos ocuparnos también de nuestros jóvenes… No todos quieren combatir al gobierno, ellos quieren sólo expresar su descontento y aquellos que están en el poder deben escucharlos”.
La referencia implícita era hacia el movimiento de Occupy Central que partiendo de pedidos de mayor democracia, produjo críticas hacia el gobierno del Territorio por la falta de casas populares, falta de trabajo y de prospectivas para los jóvenes.
Preguntado sobre si combatirá en temas políticos, él explicó: “La Iglesia no es una partido político. Igualmente, si estamos frente a problemas que afectan a la entera sociedad, como los derechos humanos, la justicia, la apertura y la responsabilidad legal, pienso que la Iglesia se deba levantar y hablar claro”.
A la pregunta sobre cómo enfrentará las próximas elecciones parlamentarias, el obispo precisó: “Ciertamente no iré a decir a la gente de votar a este o aquel candidato. Pediré a ella y la alentaré a votar según la propia conciencia”.
Sobre el diálogo en curso entre Beijing y la Santa Sede, Mons. Yeung se defendió diciendo que él tiene un rol demasiado pequeño en un encuentro entre gobiernos. Al mismo tiempo, subrayó que la Iglesia de Hong Kong servirá como “puente” entre el Vaticano y China popular. Siempre hay espacio para un mejoramiento y para un perfeccionamiento”.
Mons Yeung hizo también una alusión a la muerte de Liu Xiaobo, el gran disidente que China hizo morir en la cárcel por un cáncer al hígado. La diócesis de Hong Kong celebró un rito fúnebre por él. “Es algo-dijo- que me ha roto el corazón y entristecido ver a una persona morir en la cárcel después de haber defendido a voz alta la democracia y la justicia, no por segundos fines”.
Yeung definió “desgraciado” el hecho que Beijing haya destruido el movimiento pro-democracia en la plaza Tienanmen el 4 de junio de 1989. Pero dijo que la Iglesia continuará comunicándose con las autoridades chinas sobre diversos temas.
20/06/2018 16:31
06/02/2017 17:25