Marib, más de 130 muertos en enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes hutíes
El mayor número de víctimas se registra entre las milicias chiíes proiraníes, alcanzadas por los bombardeos de los cazas saudíes. Los ataques se concentran en el sector sur. Crece el temor de una catástrofe humanitaria. Primer ministro yemení: es una batalla que "determinará el futuro del país"; en la asamblea de la ONU, pidió enviar vacunas contra el Covid.
Saná (AsiaNews/Agencias) - Más de 130 víctimas es el saldo de los dos últimos días de intensos combates entre las fuerzas del gobierno yemení y los rebeldes hutíes. Los dos frentes se disputan el control de la zona que circunda Marib, una ciudad de importancia estratégica. Fuentes locales informaron que el mayor número de bajas corresponde a las milicias chiíes, que desde febrero despliegan una ofensiva masiva contra el último bastión del gobierno en el norte del país. Los alrededores de la ciudad son ricos en petróleo, y cientos de guerrilleros de ambos bandos han muerto en los combates; las autoridades sanitarias y los organismos internacionales temen una catástrofe humanitaria.
Según algunos testigos oculares, los últimos enfrentamientos se concentraron en el sector meridional de Marib, donde los rebeldes hutíes atacaron en un intento de romper la línea de defensa del ejército gubernamental. Las milicias chiíes suelen atacar con oleadas de guerrilleros que cargan de frente contra la defensa del ejército. Esto los convierte en un blanco fácil para los aviones de combate de la coalición árabe, liderada por Arabia Saudita y aliada del ejército regular. Fuentes oficiales de los hutíes afirman que Riad realizó más de 30 bombardeos en la zona de Marib desde el 27 de septiembre.
Analistas y expertos subrayan que la toma de la ciudad daría a los rebeldes pro iraníes una posición fuerte en las negociaciones con el gobierno. Además, conseguirían controlar todo el norte, lo que permitiría atacar otras provincias. El primer ministro yemení, Maeen Abdulmalek Saeed, declaró a la agencia oficial de noticias Saba que la batalla actual "no es por Shabwa o Marib, sino por todos los yemeníes". Y añadió que el resultado del enfrentamiento “determinará el futuro" del país.
La guerra en Yemen estalló en 2014 como un enfrentamiento interno entre funcionarios del gobierno pro-saudí y los rebeldes chiítas hutíes cercanos a Irán. En marzo de 2015, el conflicto degeneró tras la intervención directa de Riad, dejando más de 130.000 víctimas y provocando la "peor crisis humanitaria del mundo", según la ONU. A ello se sumó el Covid y sus efectos "devastadores"; millones de personas están al borde de la inanición y se estima que los niños sufrirán las consecuencias durante los próximos 20 años. Fábricas, escuelas, hospitales, empresas públicas y privadas han quedado destruidas, dejando el país sumido en una crisis económica. Para manifestarse contra la violencia, decenas de activistas organizaron hace algunas semanas una bicicleteada por la paz.
Mientras tanto, en el frente del Covid-19 la situación sigue siendo crítica. Desde el escenario de la Asamblea de las Naciones Unidas, el líder de la diplomacia yemení, Ahmed Awad Bin Mubarak, solicitó encarecidamente el envío de "millones de vacunas" al país. Hasta ahora, el total de personas inmunizadas no alcanza el millón (en un país de 30 millones) y la mayor parte de la población vulnerable aún no está cubierta. Las 500.000 dosis recibidas hasta la fecha en el marco del programa Covax, añadió el diplomático, "ni siquiera son suficientes para cubrir las categorías de riesgo". Esperamos que los países donantes contribuyan a aumentar el número de vacunas, para que nadie se quede atrás" en esta lucha mundial contra el virus.
04/12/2020 10:32