Mardin, los siro-católicos celebran la re-consagración de Mor Efrem

Tras 90 años de expropiación, cambio de destino y abandono, el monasterio vuelve a ser un lugar de culto. El Patriarca Ignace Joseph III Younan presidió la ceremonia. El lugar se fundó en 1881 y fue requisado durante la Primera Guerra Mundial; posteriormente el edificio fue utilizado como cuartel y prisión. La ciudad de Mardin, un lugar de paso y encuentro entre civilizaciones.

Mardin (AsiaNews) - Una verdadera fiesta comunitaria (aquí el vídeo) marcó la reapertura oficial, con una ceremonia de re-consagración del monasterio sirio católico de Mor Efrem (San Efrén), en Mardin, en el sureste de Turquía, tras 90 años de expropiación, cierre y abandono. Durante una visita oficial a Turquía, el Patriarca de la Iglesia católica siria Ignace Joseph III Younan presidió el 13 de octubre la solemne concelebración eucarística que acompañó la restitución del edificio, que ahora vuelve a funcionar como lugar de culto para alegría de los fieles de la zona.

El monasterio fue expropiado por el Estado turco a principios del siglo pasado. Fue utilizado como cuartel militar durante la Primera Guerra Mundial, y posteriormente como prisión, luego funcionó allí un orfanato y finalmente se usó como hospital militar. A principios de la década de 2000, cuando una fundación vinculada a la Iglesia siro-católica consiguió recuperar la propiedad, lo que supo ser un monasterio se utilizaba como granero.

A la ceremonia de re-consagración asistieron numerosos obispos y altos cargos eclesiásticos del país: el nuncio apostólico Marek Solczyński y el vicario apostólico de Estambul, el obispo Maximiliano Palinuro, así como representantes de Iglesias hermanas como la Iglesia Ortodoxa Siria. Tras bendecir el altar, el Patriarca celebró la misa solemne -con lecturas de las escrituras, cantos e himnos-, seguida de la participación de toda la comunidad reunida dentro y fuera del edificio.

Durante su homilía, Ignace Joseph III Younan, dirigiéndose a todos los presentes, expresó su "profunda alegría" "en esta ocasión histórica". A continuación, señaló una palabra escrita en siríaco sobre la gran cruz del altar, que significa: "Míralo". El Patriarca pidió a los fieles que "dirijan siempre su mirada" a Cristo en la cruz, porque "en él ponemos todas nuestras esperanzas". Finalmente, renovó su invitación a depositar "nuestra confianza, nuestra fe en Él" que es el amor "que une y nos une".

La colocación de la primera piedra del monasterio e iglesia de Mor Efrem se remonta a 1881; tres años después, en 1884, finalizaron las obras de construcción, con la ceremonia de consagración y la apertura al culto. El 16 de febrero de 1916, durante la Primera Guerra Mundial, el ejército turco requisó el monasterio, para devolverlo dos años después, al final del conflicto. En 1922, fue transformado en hospital militar y en una prisión, y posteriormente, utilizado como carbonera y depósito. Una parte de la estructura fue totalmente alterada con los cambios de destino, otras partes se demolieron. Sin embargo, hoy vuelve a ser un lugar de culto y luce tal y como era en sus orígenes, gracias a un minucioso trabajo de reconstrucción y restauración realizado por expertos y voluntarios de la comunidad cristiana local.

Además del monasterio, los líderes cristianos quisieron destacar el papel y la importancia del lugar donde se encuentra: la ciudad de Mardin, de hecho, siempre ha sido un lugar de paso y encuentro entre diferentes civilizaciones y religiones. Y todos los pueblos que han vivido allí en el pasado lo han hecho beneficiándose de largos periodos de paz y convivencia en un respeto mutuo, componiendo un rico mosaico de religiones y culturas, en el que las diferencias -de fe, cultura, lengua y raza- eran exaltadas y valoradas.