Mar de China, Marcos Jr: sí al fallo de La Haya contra Beijing, no a las esferas de influencia

La sentencia servirá para evitar que los chinos pisoteen los derechos marítimos de Manila. Se trata de un cambio de línea respecto a la política del jefe de Estado saliente Duterte. Sin embargo, Marcos Jr. no quiere tomar partido en el enfrentamiento geopolítico entre China y Estados Unidos, como la mayoría de los líderes del sudeste asiático.

Manila (AsiaNews) - Filipinas mantendrá el fallo de la Corte Internacional de Arbitraje de La Haya, que en 2016 dictaminó que las reivindicaciones chinas sobre casi el 90% del Mar de China Meridional carecían de "base legal". El presidente electo Ferdinand Marcos Jr. lo dijo ayer en un aparente cambio de rumbo respecto a la política del jefe de Estado saliente Rodrigo Duterte.

Desde su elección hace seis años, Duterte ha construido una relación privilegiada con China. A diferencia de su predecesor, Benigno Aquino III, trató de reducir las tensiones con los chinos decidiendo ignorar el fallo del Tribunal de La Haya. A cambio, Beijing ofreció promesas de comercio e inversión que, según los críticos, no se han materializado.

Junto con Vietnam, Brunéi, Malasia, Taiwán y, en parte, Indonesia, Filipinas se opone a las reivindicaciones territoriales de China, que desde hace años sigue militarizando algunas islas y arrecifes de coral del Mar de China Meridional. Para contener la expansión de Beijing, los buques de guerra estadounidenses realizan patrullas periódicas cerca de estos puestos militares.

Durante la campaña presidencial, Marcos Jr. había mantenido un perfil más cauto respecto a las relaciones de Manila con China. El hijo del dictador del mismo nombre, que gobernó el país de 1965 a 1986, declaró que quería seguir en términos amistosos tanto con Washington como con Beijing. Ahora deja claro que no dejará que los chinos pisoteen los derechos marítimos de Filipinas.

Para bajar el tono, Marcos Jr. añadió que Filipinas no quiere una guerra con China. Indicó que quiere encontrar un equilibrio entre Beijing y Washington, que se enfrentan en un duro enfrentamiento geopolítico en el sudeste asiático. El presidente filipino in pectore rechaza entonces la idea de un sistema de relaciones estatales al estilo de la Guerra Fría, donde las dos grandes potencias tienen sus propias esferas de influencia.

El pensamiento de Marcos Jr. es compartido por la gran mayoría de los líderes regionales, que quieren conservar la mayor flexibilidad diplomática posible para sus países, sin tener que ponerse abiertamente del lado de China o de Estados Unidos.

Por ejemplo, en una entrevista concedida a Nikkei Asia el 20 de mayo, el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, se congratuló del reciente lanzamiento del Indo-Pacific Economic Framework for Prosperity, el plan de cooperación comercial entre EE. UU. y varios países asiáticos promovido por la administración Biden (en una línea anti-Beijing).

Al mismo tiempo, Lee dijo que veía positivamente la posible entrada de China en el Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership (CPTPP). El acuerdo de libre comercio es el sucesor del Trans-Pacific Partnership (TPP), inicialmente querido por el expresidente estadounidense Barack Obama para contrarrestar el ascenso de Beijing y abandonado en 2017 por Donald Trump.