Mannar, murió mons. Rayappu Joseph, defensor de la paz para los Tamiles
Fue obispo de Mannar, en el norte del país, durante la guerra civil. Apoyó a la población Tamil, víctima de abusos, hechos de violencia, desapariciones y expropiaciones. Por su presunto apoyo a los Tigres Tamiles, recibió varias amenazas.
Colombo (AsiaNews) – Monseñor Rayappu Joseph, obispo emérito de Mannar, murió ayer a la edad de 80 años. Para todos, él fue un defensor de la paz en su país, y un paladín de la justicia para con los Tamiles.
Nació el 16 de abril de 1940 en la isla de Neduntheevu, -también conocida por su nombre holandés, Delft-, en el norte del país. Cursó sus estudios en el St. Patrick’s College de Jaffna y en el St. Joseph’s College de Anuradhapura.
El 13 de diciembre de 1967 fue ordenado sacerdote y más tarde viajó a Roma para hacer un doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Urbaniana. Dominaba el italiano, el alemán y el inglés. En 1992 fue nombrado obispo de Mannar, una zona del norte del país que devino centro de la guerra civil entre el gobierno y los tamiles. Fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka y presidente de la Comisión Nacional de Laicos. En 2016 pasó a ser obispo emérito.
En sus relaciones con el Vaticano, Cáritas Internacional y la Unión Europea se le conocía como un paladín de la causa Tamil. Incluso hubo sospechas de que el prelado mantenía lazos cercanos con los Tigres Tamiles, el grupo guerrillero que luchaba contra el ejército regular.
El velatorio fue anoche en Mannar. A. Marianayagam, de Pesalai, cantó un himno fúnebre delante del cuerpo del obispo. "Su muerte genera un dolor insoportable, es una gran pérdida. Durante la guerra, él fue todo para nosotros, para los desaparecidos y los desplazados del norte, que “no tenían voz”. Por ello, a menudo se lo rotuló como un partidario de los Tigres Tamiles, pero en realidad nos apoyaba a nosotros. Fue un verdadero pastor y padre para todos nosotros. Nunca me olvidaré de su amor".
"El obispo Rayappu Joseph fue crucificado por la sociedad de Sri Lanka cada vez que defendía a su pueblo y sus derechos", afirma Herman Kumara, del Movimiento de Solidaridad con los Pescadores, quien también estuvo presente en el velatorio.
Kumara recuerda el compromiso del obispo con los pescadores de Mullikulam, que eran perseguidos por el ejército para apoderarse de sus playas. También menciona la labor del prelado por los desaparecidos: "Fue un buen pastor para todos nosotros y nos guió en momentos muy difíciles".
El P. Victor Soosai, vicario general de Mannar, destacó cuan amplio fue el compromiso del obispo difunto: "Siempre defendió al pueblo Tamil en cuestiones como los crímenes de guerra, la confiscación de tierras, las desapariciones forzadas y la violación de los derechos. Dio a conocer estas discriminaciones a toda la comunidad internacional, a fin de encontrar una solución política para la comunidad Tamil".
Durante el conflicto fue muy crítico con el gobierno y los militares y también recibió muchas amenazas de políticos y partidarios del gobierno. Fue un gran símbolo y un verdadero sacerdote", dice Brito Fernando, presidente de las Familias de los Desaparecidos, "y vivió su vida comprometido con el pueblo tamil, aún cuando no se contaba con el apoyo del resto de la Iglesia". Nunca lo olvidaremos".
15/05/2017 16:03