Manila envía de vuelta a Ottawa la basura de la discordia
Se trata de 69 contenedores cargados de residuos, enviados a las Filipinas y falsamente etiquetados como material reciclable. Canadá aceptó cubrir el costo total del traslado. Los desperdicios serán tratados en una planta de termovalorización en Vancouver. Un creciente número de países de todo el Sudeste asiático exige a las naciones occidentales que retiren su basura.
Manila (AsiaNews/Agencias) – El gobierno de las Filipinas hoy ha despachado 69 contenedores cargados de residuos, de vuelta a Canadá. La medida pone fin a un largo contencioso diplomático en el cual el presidente Rodrigo Duterte llegó a amenazar con “zarpar rumbo a Canadá y descargar la basura allí”.
En abril, el presidente filipino había arremetido contra Ottawa por el tema de los residuos, que llegaron al país entre el 2013 y el 2014, como parte de un supuesto acuerdo comercial, según los norteamericanos. El cargamento -etiquetado como material plástico a ser reciclado en Manila- en realidad es un compost a base de pañales, periódicos y botellas de agua. Canadá ha aceptado cubrir el costo total del traslado, tratamiento y destrucción. Los contenedores de residuos viajan a bordo del MV Bavaria (foto), un buque mercantil que zarpó de Subic Bay, puerto y ex base naval de los EEUU ubicado en el norte de Manila. Las casi 1.500 toneladas de basura llegarán a la ciudad canadiense de Vancouver hacia fines de junio, para ser tratadas en una planta local de termovalorización.
La ministra canadiense de Medio Ambiente, Catherine McKenna, recibió favorablemente la medida de despachar los residuos. “Hemos asumido un compromiso con las Filipinas y estamos trabajando en estrecho contacto con ellos”, declaró ayer. Sean Fraser, secretario del ministerio, afirma: “Esta es una clara muestra de que estamos respetando nuestras obligaciones internacionales, para afrontar la cuestión de los residuos producidos en Canadá”. Fraser comenta que en las últimas semanas, Ottawa se ha movido rápidamente para ocuparse de un problema que se venía arrastrando desde hacía años, luego de que el gobierno de las Filipinas lo definiera como “una prioridad muy seria”.
Un creciente número de países de todo el Sudeste asiático reclaman a las naciones occidentales que retiren la basura despachada hacia sus costas, afirmando que parte de ella linda con la ilegalidad. La cantidad de basura exportada por países desarrollados salió a la luz luego de que China, que había importado la mayor parte por años, introdujera la “veda de basura extranjera”. Como consecuencia, los residuos -a menudo clasificados como reciclables, a través de documentos de envío falsificados - fueron enviados a países en vías de desarrollo, que ahora han comenzado a rechazarlos. Hace pocos días, Malasia anunció que restituirá 450 toneladas de residuos plásticos a países como Australia, Bangladés, Canadá, China, Japón, Arabia Saudita y los Estados Unidos.