Manila, al menos 122 niños asesinados en la guerra de Duterte contra la droga
Es la denuncia de dos ONG. Hubo siete víctimas entre enero y marzo de este año. Un niño de siete años fue ajusticiado por haber presenciado el asesinato de un hombre por mano de autoridades locales. El más joven tenía solo 20 meses. La situación de las Filipinas, uno de los temas centrales a abordar en la 44 ta sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Manila (AsiaNews/Agencias) - En la sangrienta campaña contra la droga lanzada por el presidente filipino Rodrigo Duterte, ya fueron asesinados cuando menos 122 niños, y en muchos casos se trató de muertes provocadas de forma “deliberada”. Es la denuncia que ayer presentaron dos ONGs, que se dirigen a las Naciones Unidas para reclamar que se tomen medidas urgentes contra Manila, a fin de proteger a la infancia y los derechos de las personas.
Lanzada en el 2016, en la primera etapa del mandato presidencial de Duterte, la campaña ya ha provocado miles de víctimas (hasta 27.000 homicidios extra-judiciales, según algunas fuentes) en un contexto caracterizado por la difusión del uso de la fuerza contra meros sospechosos. El reporte, titulado “¿Cómo pude hacer esto a mi niño?”, es el fruto del trabajo conjunto de la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) y el Centro Filipino para el Desarrollo y los Derechos de los Niños (CIDRC Filipinas).
De la investigación se desprende que hubo 122 casos de menores, de uno a 17 años de edad, entre julio del 2016 y diciembre del 2019. Hubo cuando menos seis casos de particular gravedad, entre los cuales se destaca el de un niño de apenas siete años, que fue ajusticiado por haber visto que las autoridades locales daban muerte a un hombre. “Los 122 son la punta del iceberg - subraya el secretario general de la OMCT, Gerald Staberock - y hay muchos más en el país”.
La Iglesia Católica es una de las pocas voces que denuncian la violencia de la guerra de Duterte contra la droga. En respuesta a las críticas por los homicidios extrajudiciales, en más de una ocasión Duterte ha atacado a obispos y sacerdotes. En julio del año pasado, los prelados acogieron favorablemente la decisión de las Naciones Unidas, de iniciar una investigación sobre las miles de muertes en el país.
El arzobispo auxiliar de Manila, Mons. Broderick Pabillo, declaró que la investigación ayudará a poner fin a los homicidios extrajudiciales y asegurará justicia para las víctimas y sus familias.
La cuestión inherente a los derechos humanos en las Filipinas será uno de los temas a abordar durante la 44 ta sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que comienza mañana en Ginebra. Durante la asamblea también se hará una presentación del reporte elaborado por la Alta Comisionada Michelle Bachelet, y posteriormente un debate para profundizar en los pasos a seguir para afrontar la emergencia. El reporte revela que la guerra contra la droga ha creado un contexto marcado por el asesinato difuso y sistemático, cuyos autores gozan de total impunidad.
La víctima más joven de esta guerra impulsada por Duterte tenía apenas 20 meses; de enero a marzo de este año, asesinaron a siete niños; muchos más fueron arrestados y aún permanecen en la cárcel.
